Monterrey

Perla Castro: Salud y bienestar laboral, estrategia clave para la manufactura

La pandemia funcionó como catalizador, acelerando la adopción de modelos innovadores que contienen salud integral con operatividad.

El sector empleador ha venido transformando radicalmente su enfoque sobre el equilibrio laboral en los últimos años, lo que antes se consideraba un beneficio opcional hoy es un componente estratégico para la productividad y retención de talento.

La pandemia funcionó como catalizador, acelerando la adopción de modelos innovadores que contienen salud integral con operatividad.

Las empresas líderes de la región están materializando programas holísticos que abarcan desde salud física hasta cuidado emocional. Este enfoque estratégico ha demostrado impactos positivos en indicadores clave como ausentismo, rotación y eficiencia operativa. Las organizaciones que invierten en bienestar no solo cumplen con estándares éticos, sino que obtienen ventajas competitivas tangibles en el mercado de trabajo actual.

Medición de Salud Mental en el Ambiente profesional. El estudio Health on Demand de Mercer revela datos contundentes sobre las prioridades del talento actual en materia de salud ocupacional. Según esta investigación, el 60% de los colaboradores considera la flexibilidad horaria como elemento fundamental para su equilibrio vital. Este dato refleja el cambio profundo en las expectativas laborales post-pandemia.

El equilibrio emocional emerge como prioridad, con el 50% de empleados buscando apoyo profesional para manejar estrés y desarrollar resiliencia. Las empresas están respondiendo con programas integrales que incluyen terapias virtuales y talleres de manejo emocional.

Los resultados son claros: 64% de trabajadores con acceso a estos beneficios reportan mayor satisfacción en el trabajo. La correlación entre bienestar emocional y productividad está llevando a las organizaciones a redefinir sus estrategias de capital humano con enfoque preventivo.

Según encuesta de teletrabajo de Index en el 2024, 57% de las empresas maneja el esquema “Home Office”, para un 22% de su personal en promedio. Sin embargo, el 73% comenta que no es 100% remoto, refiriéndose ha tener un horario híbrido.

Inversión Estratégica en Capital Humano. Las empresas locales están revolucionando sus espacios de trabajo para promover salud física y mental. Desde gimnasios en sitio hasta consultas médicas internas. Estas inversiones buscan cuidar a los colaboradores desde múltiples dimensiones. El objetivo es claro: empleados saludables son más comprometidos y eficientes.

Los comedores con nutrición balanceada y áreas de descanso ergonómicas complementan esta transformación. Estas mejoras no son gastos, sino inversiones con retorno medible en reducción de ausentismo y errores. La seguridad industrial también se beneficia, con menores tasas de accidentes.

Flexibilidad Laboral: Más Allá del Home Office. La manufactura enfrenta el reto único de poner en práctica flexibilidad sin comprometer la producción continua. Alternativas creativas como turnos escalonados y horarios adaptables están demostrando ser efectivas. Estas prácticas permiten conciliar vida personal y profesional en entornos fabriles.

Los “viernes cortos” en temporadas bajas y las pausas activas programadas están ganando aceptación. Contrario a lo esperado, estas medidas han mejorado la eficiencia al reducir el estrés y la fatiga laboral.

Retos y Soluciones para PYMES. Las pequeñas y medianas empresas enfrentan obstáculos particulares al ejecutar programas de bienestar. Limitaciones de escala y recursos hacen más compleja la adopción de estas prácticas. Sin embargo, el ecosistema empresarial de Nuevo León está generando propuestas vanguardistas.

Cámaras industriales y el gobierno estatal ofrecen programas de apoyo técnico y financiero. Desde consultorías gratuitas hasta subsidios para implementar clínicas móviles; estas iniciativas nivelan el campo de juego. El objetivo es que todas las empresas, sin importar su tamaño, puedan competir por el mejor talento.

El Futuro del Trabajo. Aunque hay avances, México aún tiene un largo camino en adopción de modelos laborales adaptables. Mientras algunas organizaciones innovadoras llevan a cabo trabajo híbrido, horarios flexibles y desconexión digital, muchas insisten en esquemas rígidos de presencialidad obligatoria.

Las jornadas extensas y la poca consideración al equilibrio vida-trabajo siguen predominando. Esta resistencia al cambio limita el progreso hacia entornos laborales más humanos.

Los principales obstáculos radican no solo en la resistencia al cambio cultural, sino en la falta de inversión en herramientas que permitan un horario ajustable sin sacrificar productividad.

Persiste una brecha importante en la adopción de tecnologías para el trabajo remoto, sistemas de evaluación por resultados (en lugar de horas trabajadas) y programas de salud mental. Además, conceptos como el derecho a la desconexión, la autonomía en la gestión del tiempo y el diseño de espacios laborales centrados en la salud integral siguen siendo la excepción y no la norma.

En la nueva normalidad industrial, el éxito dependerá cada vez más de la capacidad de armonizar productividad con calidad de vida. El futuro competitivo del sector dependerá en gran medida de cómo logren integrar estas prácticas a su ADN operativo.

Ahora, la gran interrogante que queda para ustedes los lideres empresariales es: ¿estamos preparados para romper paradigmas que redefinan nuestra forma de trabajar?

La autora es Miembro del Comité de Capital Humano de Index Nuevo León.

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