Monterrey

Thomas Michael Hogg: Que podemos aprender de Silicon Valley y porque vamos para allá

Silicon Valley, sigue siendo sin duda un centro tecnológico global, con un impacto económico significativo en California y el país.

Silicon Valley es el epicentro de la innovación en inteligencia artificial. OpenAI, ha introducido la IA generativa masiva, que, junto con tecnologías relacionadas, está colocando a la región nuevamente en auge.

Aún con la desaceleración en la actividad de inversión en el mercado de capital de riesgo (VC) en 2023 y 2024, después de un período de rápido crecimiento y altas valoraciones, el denominador común en estas tecnologías revolucionarias es que Silicon Valley concentra la mayor cantidad de capitalistas de riesgo.

Numerosas empresas de capital de riesgo fueron fundadas y gestionadas por emprendedores tecnológicos que ganaron millones de dólares con sus exitosas empresas, y tienen la capacidad de reinvertir sus ganancias en la región y están dispuestos a diversificarse geográficamente.

Sin duda, el sector de la inteligencia artificial cobra protagonismo, recibiendo en estos tiempos más de un 80 por ciento de la inversión total de las recientes rondas de financiación. La IA se cristaliza como la columna vertebral del ecosistema de innovación de Silicon Valley.

Las empresas de este sector continúan revolucionando las industrias tradicionales y resolviendo problemas complejos mediante el aprendizaje automático y la automatización. Silicon Valley inició 2025 con este nuevo impulso, atrayendo inversiones masivas en inteligencia artificial (IA), tecnología financiera (Fintech) y tecnología empresarial (Enterprise + B2B Tech).

A pesar de las fluctuaciones del mercado, el ecosistema de startups de la región busca mantenerse resiliente. El continuo énfasis en la inteligencia artificial, la robótica y la sostenibilidad sugiere que estos sectores seguirán siendo fundamentales en el panorama de innovación de la región y a nivel global.

Silicon Valley, sigue siendo sin duda un centro tecnológico global, con un impacto económico significativo en California y el país. El área de la bahía de San Francisco, en especial Palo Alto, ha impulsado la creación de empleo tecnológico y ha atraído la inversión y la reinversión en la innovación.

El PIB de la región es sustancial, el Producto Interno Bruto (PIB) de la “San Francisco Bay Area”, es de aproximadamente 840 mil millones de dólares.

Esto convierte a la región en un importante centro económico mundial, ya que su PIB la sitúa entre las 20 principales economías mundiales, superando a países como Países Bajos, Suiza y Arabia Saudí. Silicon Valley ha sido sede de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, como Apple, Microsoft, Meta, Google, Adobe, Wells Fargo, Intel, Visa, Cisco, Zoom, y Stripe.

Entre las empresas más recientes y valiosas están Open AI, Nvidia, xAI, Palantir, DoorDash y Waymo. En la lista de personajes clave están Mark Zuckerberg (Meta), Laurene Powell Jobs (filántropa y viuda de Steve Jobs de Apple), Larry Page y Sergey Brin (fundadores de Google), Jensen Huang (Nvidia), Eric Schmidt (ex CEO de Google), Jan Koum (cofundador de WhatsApp), el financiero George Roberts y Robert Pera (Ubiquiti Networks). Entre las firmas de capital de riesgo de Silicon Valley se encuentran Andreessen Horowitz, Greylock Partners, Sequoia Capital, Accel Partners y Kleiner Perkins.

Estas firmas han contribuido al lanzamiento de algunas de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, como Uber y Airbnb. La mayoría de las empresas locales de capital riesgo son expertas en tecnología, conocen el funcionamiento del mercado y se inclinan a invertir en tecnologías innovadoras con potencial de éxito.

La puesta ha sido arriesgar capital para respaldar a empresas tecnológicas, con la esperanza de cotizar en bolsa y aumentar su patrimonio y valor. Su estrategia de inversión se centra en la búsqueda de tecnologías innovadoras y empresas que puedan ofrecer aplicaciones y servicios que respalden la tecnología en la que invierten.

Al mismo tiempo, Silicon Valley se enfrenta a numerosos desafíos, como el aumento del costo de vida, el envejecimiento de la población y la creciente competencia de otros centros tecnológicos en China.

Estos desafíos afectan el panorama económico general. La región también enfrenta la desigualdad de ingresos, un déficit financiero estructural cada vez mayor y la necesidad de atraer y retener al talento joven.

Sean Randolph, experto en asuntos económicos globales y Director Sénior del “Bay Area Council Economic Institute”, se va a reunir con una comitiva de Nuevo León y México, la semana entrante. Su trayectoria profesional incluye una amplia experiencia en el gobierno de Estados Unidos, incluyendo en el Congreso y en la Casa Blanca.

El Instituto es una alianza pública-privada entre empresas, sindicatos, gobiernos y centros de educación superior que trabaja para fomentar una economía competitiva. Para seguir siendo competitivo como región Estados Unidos y México deben unir fuerzas y sinergias.

Como ancla de la alianza el comercio, el intercambio de talento y la identificación con los valores de Estados Unidos son puntos clave a mejorar.

El USMCA (T-MEC Tratado Estados Unidos-México-Canadá) se sigue considerando beneficioso para Estados Unidos, ya que moderniza el comercio, apoya el empleo y promueve el crecimiento económico.

La principal razón de seguir conectando Estados Unidos con México y fortaleciendo las relaciones comerciales es crear un mercado regional que amplía el acceso también para empresas e inversores estadounidenses.

Thomas Michael Hogg

Thomas Michael Hogg

El autor es Fundador y Director de la firma TMH Consulting & Investment Group con más de 20 años experiencia de negocio y consultoría con proyectos en Alemania, Suiza, EUA y México.

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