Durante los últimos años, en distintos momentos y analizando distintas disciplinas, de pronto me llegaba, como un relámpago de luz que de pronto desaparece, la sospecha de que había algo oculto detrás de lo que vivimos de manera cotidiana.
En un momento llegue a pensar, se me ocurrió pues, que el presidente de la República, López Obrador, estaba utilizando las mismas tácticas que utilizó el ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del 3er. Reich, el tristemente célebre Paul Joseph Goebbels. Este hombre muy cercano al dictador Adolfo Hitler convenció a una nación a través de repetir una y otra vez la misma mentira, con distintas palabras.
Y si, efectivamente, López Obrador, como un moderno Goebbels, repite las mismas mentiras y la mitad de los mexicanos no le creemos porque podemos darnos cuenta de la maldad oculta detrás de sus palabras. Desgraciadamente la otra mitad de los mexicanos si le creen.
Recientemente un amigo cercano me hizo llegar un artículo donde se habla de cómo, en el transcurso del tiempo, se puede llegar a transformar una idea inaceptable, en la posibilidad de algo creíble. Este modelo se conoce como la Ventana Overton.
“La ventana Overton es una teoría política que describe, como una ventana, el rango de ideas que el público, o la gente, puede encontrar aceptable. Como por ejemplo la integración de las personas de origen afroamericano a los partidos políticos, en la sociedad norteamericana.
Esta premisa establece que la viabilidad política de una idea se define básicamente por este hecho – que el público o la gente encuentre aceptable una idea - antes que por las preferencias individuales de los políticos.
Este modelo, creado en la década de los 90′s se denomina de esta manera por Joseph P. Overton, ex vicepresidente del Centro Mackinac, uno de los más prestigiosos institutos de investigación de políticas públicas de Estados Unidos.
El modelo explica cinco etapas, a través de las cuales, se puede llevar una idea que en este momento se puede considerar impensable – digamos el canibalismo – a que en un momento del futuro se considere posible creer que el canibalismo sea una actividad aceptable en alguna región del planeta.
Las etapas son:
1. Llevar lo impensable a algo muy radical. Se trata de estudiar científicamente un fenómeno humano totalmente absurdo. Por ejemplo, que los niños mexicanos en edad escolar puedan consumir mariguana en la escuela.
2. Llevar la idea de lo radical a lo aceptable. Se trata de condenar la intolerancia y de cambiarle de nombre, para disociar la esencia de la cuestión. Separar la palabra de su significado. ¿Recuerda a los mexicanos que primero fueron braceros, pasaron a ser espalda mojados, luego indocumentados, inmigrantes y recientemente pasaron a ser ilegales?
3. De lo aceptable a lo sensato. En esta etapa se trata de generar ideas, enunciados, que respalden la posibilidad de lo que pudiera ser aceptado, desde luego con soporte científico. También se trata de descalificar a los que se oponen y de señalarlos como sujetos que se acercan a la insensates o la locura.
4. De lo sensato a lo popular. En esta etapa abiertamente los políticos empiezan a hablar de las conveniencias, claro que esto se realiza con la complicidad, o la insensates, de los medios de comunicación. Se realizan películas, canciones, festivales, videos y se inundan las redes sociales con esos mensajes.
Y así siguen las etapas hasta llevar, a la mente de la sociedad, conceptos que antes fueron inaceptables para luego ser totalmente tolerados.
Tendríamos que hablar de lo que ahora ya no se discute con ardor, sino que se acepta como tolerable y como tema de discusión en la elaboración de las políticas públicas en nuestro país. Por ejemplo, el tema del aborto, o la homosexualidad, el matrimonio sin hijos. Esto en el ámbito social.
Pero en otros ámbitos existen también ideas que han sido sembradas para ser aceptadas. La idea de que el gobierno se puede quedar con el dinero de las cuentas bancarias que no se han movido en cierto tiempo. La idea de que el gobierno puede organizar elecciones y ser imparcial, por lo que no es necesario el INE.
Bajo este esquema podemos filtrar todas las políticas públicas que actualmente están avalando nuestros diputados, tanto a nivel federal como local.
Mi conclusión es que si, efectivamente, existen fuerzas políticas, en nuestro estado, nuestro país que tienen una agenda oculta y que están empujando ideas que ahora podrían parecernos radicales y que con el paso del tiempo podrían convertirse en leyes.
Lo que está haciendo López Obrador es acelerar este proceso para establecer un país que acepte sus iniciativas y le permita perpetuarse en el poder.
Continuaremos hablando sobre este tema. Para mas información pueden visitar la página.
https://www.mackinac.org/OvertonWindow
El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM. Contacto: hirampeon@gmail.com
Twitter: @Hirampeon