A nivel nacional, de todos es conocido la existencia de las diferentes filosofías sindicales, las cuales, a través de los años se les ha identificado por su grado de radicalismo.
Así, los ejemplos son muy claros, tenemos el sindicalismo Oficial o Rojo, el que nosotros llamamos Radical y el sindicalismo Independiente, comúnmente llamado Blanco.
En momentos tan apremiantes como los que estamos viviendo en Nuevo León y en todo el país en el contexto laboral, mi recomendación es que debemos buscar un sindicalismo constructivo, independientemente del color con el que se identifiquen las organizaciones.
Sin duda, la crisis económica y laboral generada por la pandemia que estamos sufriendo en la actualidad, nos invita a buscar a toda costa la permanencia de los centros de trabajo por el bien de la empresa, sus dueños y sus trabajadores.
Es por ello, los sindicatos deben tener una filosofía de Orientación sobre los Derechos y Obligaciones en las fuentes de trabajo, dando apoyo con conocimiento jurídico de sus alcances como organización, buscando siempre la conservación de los empleos.
En estos momentos, una de las áreas más afectadas por esta crisis de salud es la laboral, provocando en sectores de los llamados no esenciales el cierre de un gran número de microempresas entre otras, dejando a los pequeños empresarios con demandas laborales a las cuales no podrán hacer frente y generando a un gran número de trabajadores y empleados en estado de indefensión.
Las organizaciones Sindicales tendrán que buscar hacer una mediación de manera imparcial, considerando los grandes cambios que se viven actualmente, ya sea empresas operando de manera parcial, reduciendo las horas hombre, buscando conservar su plantilla laboral, o su vez, trabajadores buscando no perder totalmente su fuente de ingresos, aceptando reducciones parciales y en el peor de los casos que sus agremiados reciban lo que les corresponde por ley si no se puede evitar el despido.
Por otro lado, por la forma que esta crisis económica y de salud nos está afectando, las empresas tendrán que analizar la conveniencia de tener operaciones de forma híbrida, esto es, analizar el porcentaje de su operación que pueden realizar permanentemente sus empleados de manera remota, como sabemos que ya se está realizando actualmente.
Sin embargo, hay empresas en ciertos sectores que sabemos que su operación no les permite lo anterior, por lo que seguirán sufriendo grandes ausencias temporales de su plantilla laboral y ajustando sus operaciones.
El sector informal absorberá a todos los trabajadores que desafortunadamente perdieron sus empleos, siendo un gran reto para empleadores y organizaciones sindicales buscar la conservación de los centros de trabajo.
En Nuevo León, así como en el resto del país, la responsabilidad es de todos, incluyendo gobiernos locales, estatales y federales, todos estos actores deben realizar su función como facilitadores de la actividad empresarial, los trabajadores a través de sus organizaciones sindicales deberán promover la capacitación y compromiso de sus agremiados, buscando la calidad total en su trabajo y los empresarios tendrán que saber adaptarse a los diferentes entornos que enfrentan en la actualidad.
Hoy más que nunca, Nuevo León necesita de estos tres sectores, que se han distinguido siempre a nivel nacional e internacional por su gran empuje y capacidad para salir adelante en periodos de crisis.
¡Hasta la próxima!
El autor es especialista de temas laborales y sindicales con más de 30 años de experiencia en el sector. Es director de Servicios Profesionales de Asesoría Laboral & Sindical.
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