Mis Finanzas

Quieres empezar una familia… ¿lo resistirán tus finanzas?

La decisión de tener un hijo va acompañada de una serie de gastos ineludibles que pueden sumarse a imprevistos y llevarte a una crisis financiera, pero es posible prepararte para enfrentar esta etapa de la vida.

CIUDAD DE MÉXICO.- Cualquier persona tiene claras las responsabilidades que conlleva tener un hijo, pero no todos piensan en las presiones sobre sus finanzas personales, ni cómo prepararse para enfrentarlas de la mejor manera.

Criar un hijo desde el momento que nace hasta los 18 años de edad representa una inversión de unos 364 mil 983 pesos, previendo las necesidades básicas -alimentos, cuidado personal, vestido, guardería y educación, paseos y fiestas- y sin contemplar inversiones adicionales como educación privada y salud, destaca la firma Resuelve tu Futuro con datos de Profeco.

Si a ello se le suman situaciones imprevistas, la decisión de tener un hijo puede llevar a una familia a una crisis financiera. 

Ante ello, aquí te presentamos algunos consejos y recomendaciones para que tu espera sea de verdad dulce.

1.- Pagar lo más que puedas de tus deudas
No significa que necesites pagar la totalidad de tu crédito hipotecario antes de tener un hijo, pero sí es recomendable que tengas la menor deuda posible en materia de tarjetas de crédito y otros financiamientos, como automóviles o pagos a meses sin intereses. Además, contar con esa línea de crédito disponible puede ser una salvación en caso de una emergencia.

2.- Acostúmbrate a llevar un presupuesto
Será más fácil que lo respetes cuando tengas los gastos de un hijo si ya es costumbre hacerlo. Analiza a qué destinas tu dinero para detectar si hay áreas en las que puedes lograr ahorros. Sólo con una imagen clara de tu realidad financiera podrás descubrir cuáles son tus debilidades, para fortalecerlas antes de la llegada de un bebé.

3.- Crea un fondo para emergencias
Los especialistas sugieren tener al menos tres meses de tus gastos en efectivo, en caso de emergencia, pero con un hijo, lo recomendable es tener seis meses ahorrados. Este "colchón" te permitirá enfrentar imprevistos, ya sean grandes o pequeños, sin tener que sufrir para llegar a la siguiente quincena.

4.- Asegúrate
Tener un hijo siempre debe ir acompañado de contratar un seguro de vida, si es que todavía no cuentas con uno. Estudia la posibilidad de comprar cobertura en caso de incapacidad temporal o permanente, adicional a la que podría darte la seguridad social. También puedes preguntar sobre los seguros para educación, pero asegúrate de leer las letras chiquitas de los contratos, pues algunos cuentan con cláusulas que pueden hacerlos poco efectivos.

5.- No te olvides de tu futuro
Planea tu retiro, de forma que no te conviertas en una carga para tus hijos durante tu vejez. Tienes opciones como las contribuciones voluntarias a tu Afore, planes privados de pensiones, fondos de inversión, bonos, acciones… Las posibilidades son muchas, todo depende de cuál sea tu perfil como inversionista y en qué etapa de tu vida te encuentres. No lo dejes para mañana, porque los gastos del día a día pueden impedirte avanzar.

6.- Define cómo cubrirás los costos médicos del alumbramiento
Si optas por los servicios públicos de salud, verifica que todos tus papeles estén en orden y averigua cuáles son tus opciones. Si decides acudir a una institución privada, conoce qué cubre tu seguro de gastos médicos mayores o qué opciones te ofrece tu doctor de cabecera. Por lo general, los doctores trabajan con hospitales que ofrecen paquetes de diversos precios.

7.- Doma tus ánimos consumistas
El bebé no necesita un guardarropa completo de cada una de las tallas disponibles, ni esa carriola de 20 mil pesos. Muchas mamás primerizas reconocen que gastaron de más y algunas prendas sólo fueron usadas una vez. Si tienes conocidas con hijos mayores, pregunta si tienen ropa de bebé que te pueden prestar. Haz una lista de los artículos básicos y no te dejes seducir por toda esa ropa pequeñita, no importa que tan bonita sea.

8.- Ahorra para su educación
Este rubro es uno de los mayores gastos al tener un niño y puede empezar desde muy temprano, si lo llevas a una guardería desde bebé. Destina parte de tus ingresos para crear un fondo para su educación universitaria. Si empiezas desde que nace, ¡tienes 18 años para ahorrar!

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