¿Te ha salido un video con la frase: “No necesitas nada de Shein, Temu, o de otras tiendas en línea” mientras ‘scrolleas’ en redes como TikTok o Instagram ? Esta expresión viral en dio origen a un movimiento llamado ‘desinfluencer’ o ‘desinfluencing’.
La tendencia busca evitar que los usuarios caigan en compras compulsivas, fenómeno conocido como oniomanía, ante una oleada de anuncios en redes sociales, que dificultan no caer en la tentación de comprar productos que no son considerados urgentes o de primera necesidad.
Por ello, el ‘desinfluencing’ es lo contrario al marketing de influencers, ya que se motiva a los usuarios a reflexionar antes de comprar y determinar si el producto es imprescindible.

¿Cómo surgió el desinfluencing y la tendencia para evitar las compras?
El desinfluencing nació entre 2022 y 2023; sin embargo, su consolidación ocurrió durante el último año. En febrero pasado, el hashtag #desinfluencing había acumulado más de mil millones de visitas en TikTok y desde entonces sigue creciendo con la frase “no lo necesitas”.
Una de las pioneras de este movimiento es Diana Wiebe, quien relató a la BBC que “en 2019 estaba inmersa en las redes sociales y apareció una ‘influencer’ promocionando unos rizadores sin calor con los que podías dormir toda la noche y despertar con unos rulos preciosos”.
Sin embargo, tras comprarlos y recibirlos en su casa, resultó que no era lo que esperaba.
“Los rizadores interrumpieron mi sueño, así que solo los usé una sola noche. Además, mi cabello es ondulado de manera natural y creo que me lo rizaron demasiado”.
Ese fue un ‘punto de quiebre’ para Wiebe, quien actualmente tiene más de 220 mil seguidores en TikTok con el usuario @DepressionDotGov y se define como una “desinfluencer”. En sus videos plantea a los usuarios cuestionarse compras innecesarias como: “¿Querías ese producto antes de que te lo ofrecieran?

¿Realmente necesitas ese producto?
“La mayoría de las veces no”, admitió en entrevista con Efe, Susana, una joven de la generación Z: “pero es cierto que, de un tiempo para acá, me encuentro con cuentas que me han hecho responderme a esa pregunta y pensármelo mejor”.
Las compras compulsivas tienen un componente emocional: sentimientos como la soledad, tristeza, nostalgia o frustración pueden ser factores determinantes, detalla el estudio ‘Emotional and psychological drivers of compulsive shopping: a qualitative exploration of triggers and coping mechanisms’ (Factores emocionales y psicológicos que impulsan las compras compulsivas: una exploración cualitativa de los desencadenantes y mecanismos de afrontamiento).

Algunos usuarios encuentran en el consumismo “una vía de escape temporal” del que posteriormente se arrepienten, aumentando el descontento.
Este tipo de casos dan como resultado que el hashtag “#tiktokmademebuyit” (TikTok me hizo comprarlo) tenga ahora su opuesto con “#tiktokmademeNOTbuyit” (TikTok me hizo no comprarlo).
Sin embargo, esta tendencia también ha tenido otro tipo de consecuencias. De acuerdo con el artículo ‘Does Shein’s Profit Slump Indicate a Waning Obsession With Fast Fashion?’ (¿La caída de las ganancias de Shein indica una obsesión menguante con la moda rápida?), publicado en abril de este año, Shein tuvo una caída de un 40 por ciento en 2024.
Y no fue la única: H&M, Boohoo y su filial PrettyLittleThing también disminuyeron sus ingresos.

También hay que tener en cuenta que el desinfluencing no se limita al sector de la moda rápida.
No obstante, el “hashtag” de #TikTokMadeMeBuyIt tiene más de 40 mil millones de visitas, muchas más que las de cualquiera de las etiquetas del “no lo necesitas”.
*Con información de EFE