Bitcoin es como el oro para los millennials. O quizás el vino y el arte coleccionable de esa generación. O simplemente una burbuja esperando para estallar.
Para los analistas cambiarios que tratan de usar métodos tradicionales para valorar la llamada criptomoneda y sus primos digitales, puede ser todo lo anterior -pero no es exactamente una moneda.
"Es difícil utilizar los marcos de valoración cambiaria estándar que se basan en los ejes fundamentales de la moneda, como la productividad relativa, o los términos de intercambio del país, porque no hay tales conceptos", dijo Juan Prada, estratega cambiario con sede en Nueva York de Barclays Capital.
La capitalización de mercado de las monedas digitales se disparó hasta unos 100 mil millones de dólares desde el comienzo del año, en tanto bitcoin casi triplicó su precio hasta 2 mil 938.50 dólares el martes, en un momento en que crece el frenesí en torno a las criptomonedas.
La demanda está aumentando a medida que más empresas adoptan la cadena de bloques (blockchain) y las tecnologías similares que respaldan los diversos métodos de intercambio y algunos inversores las ven como un refugio de cara a la incertidumbre en todo el mundo.
Si bien la tecnología se utiliza como medio de pago -la función más básica del dinero- quizá convendría más ver a las monedas digitales como el oro o, por ejemplo, una pintura, que como una moneda tradicional. Bitcoin es más volátil incluso que las monedas fiduciarias más caprichosas y su estructura descentralizada dificulta considerar su valoración.
"Tanto el oro como el bitcoin son diferentes de las monedas habituales, en el sentido de que no hay una sola entidad económica que los utilice como medio de intercambio y unidad de cuenta", dijo Prada.
Esto coincide con la opinión de la Comisión de Comercio en Futuros sobre Mercancías de los Estados Unidos (CFTC, por su sigla en inglés), que en septiembre de 2015 dijo que bitcoin y otras monedas virtuales eran consideradas oficialmente productos básicos.
Al decir esto, la CFTC pudo afirmar su autoridad para supervisar las operaciones de futuros y opciones de criptomonedas en el futuro.
Nick Bennenbroek, responsable de estrategia de divisas en Wells Fargo Securities, dijo que en la medida que bitcoin pueda verse como una forma de patrimonio o una inversión, podría considerarse en la clase algo vaga de los activos alternativos.
"Como activo alternativo, puede haber algún valor en este producto electrónico porque: a) se puede utilizar para pagos, y b) se puede derivar cierto valor de esta cadena de bloques y la posibilidad de verificar, en forma descentralizada, las transacciones", dijo Bennenbroek.
"Hay otras formas de activos, como personas que a veces compran pinturas y eso forma parte de su cartera. La gente compra botellas de vino. Pero algunas personas dirían que una pintura tiene algún valor intrínseco".
El multimillonario de la tecnología Mark Cuban aportó el martes sus propias conjeturas, diciendo en Twitter que bitcoin es una burbuja, lo que contribuyó a desatar una oscilación de precios en las operaciones intradía de 200 dólares. Cuban señaló que "no estoy cuestionando el valor. Cuestiono la valoración".
"Es indudablemente un medio de cambio, pero la volatilidad del precio significa que, como unidad de cuenta, si se mide la sustancia de bitcoin, no es muy útil", dijo Bennenbroek.
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