JP Morgan Chase & Co, el mayor banco de Estados Unidos, cerró el tercer trimestre con una ganancia neta de 5 mil 570 millones de dólares, o de 1.36 dólares por acción, que contrasta con las pérdidas de 380 millones que registró hace un año, cuando la entidad que dirige Jamie Dimon tuvo que hacer frente el pasado ejercicio a varias multas multimillonarias por los litigios heredados de la última crisis financiera.
En el tercer trimestre del pasado ejercicio el banco registró cargas de 9 mil 300 millones por las multas. Aunque dejó atrás los litigios, las sanciones siguen trastocando el rendimiento de la banca. En su caso puso aparte mil 100 millones. De ahí que la atención se centra en la cifra de negocio, para entender si tienen margen para crecer. Tuvo ingresos de 25 mil 200 millones, un 5 por ciento superiores.
El banco atribuye gran parte de las ganancias a una alza del 7 por ciento en los ingresos en el segmento de banca de inversión. Una vez más, es la unidad de negocio que está teniendo el mejor rendimiento en un escenario económico de crecimiento modesto. Dimon habla de "retos" en la economía global aunque precisa que Estados Unidos es la excepción, al hablar de signos de "mejora continuada".
En el negocio de banca de consumo, sin embargo, los ingresos quedaron prácticamente planos y el beneficio en esa división cayó casi un 10 por ciento, por las mayores provisiones de 900 millones en la cartera de crédito.
Las acciones de JP Morgan reaccionaban negativamente al dato al caer un 1.52 por ciento en los primeros minutos de operaciones en Wall Streeet, para cotizarse en 57.32 dólares por papel.