Arabia Saudita está considerando vender hasta 15 mil millones de dólares en bonos este año en lo que podría ser la primera incursión del reino en los mercados de capital internacionales, según fuentes familiarizadas con el asunto.
Alentada por la emisión récord de Qatar la semana pasada, Arabia Saudita está evaluando una venta de al menos 10 mil millones de dólares en bonos con vencimiento a cinco, 10 y 30 años cuando haya concluido el Ramadán en julio, según las fuentes.
Aún no se ha llegado a una decisión final y las negociaciones se encuentran en fase preliminar, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque las negociaciones son privadas.
Los gobiernos del Consejo de Cooperación del Golfo, compuesto por seis países y que incluye las dos economías del mundo árabe de mayor tamaño -Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos-, están recurriendo a los mercados públicos tras el desplome de los precios del petróleo, que ha ocasionado un déficit fiscal.
La semana pasada Qatar recibió pedidos por 23 mil millones de dólares para una emisión de deuda de 9 mil millones, la mayor venta de la historia en Oriente Medio. Abu Dhabi captó 5 mil millones con la venta de bonos a cinco y 10 años en abril y Dubai también podría estar estudiando una venta internacional de bonos este año.
"El gobierno habló de elevar el ratio de deuda a PIB a partir de los niveles actuales cercanos a cero –debe estar ahora en 5 por ciento a 6 por ciento- a 50 por ciento en el lapso de unos cinco años", declaró el miércoles Fahd Iqbal, responsable de investigación en Oriente Medio de Credit Suisse Group, en una entrevista en Bloomberg TV.
"De modo que éste es sólo el primer paso de un plan más amplio y, si efectivamente llegan a la meta de 50 por ciento, lo cual es bastante difícil en cinco años, serían unos 350 mil millones de dólares" dijo.
El Ministerio de Economía de Arabia Saudita no devolvió de forma inmediata llamadas en las que se solicitaban comentarios.
La nación saudí está llevando a cabo una reestructuración económica dirigida por el príncipe heredero sustituto de la corona, Mohamed bin Salmán, para prepararse para una era post-petróleo.
Las autoridades están recortando el gasto para frenar un déficit presupuestario que alcanzó el 15 por ciento del producto interior bruto en 2015.