Todos alguna vez hemos probado un café de las tiendas de conveniencia de Oxxo: durante las paradas que se hacen en un viaje por la carretera, en las mañana rumbo al trabajo o solo por el antojo.
Aunque ahora es muy común llegar, tomar un vaso, servirte el café de tu preferencia y pagar, hubo un momento en la historia de las tiendas Oxxo que la bebida caliente no se vendía en el negocio.
“Era algo que no existía, no había competencia, no había referencia”, recordó José Antonio Díaz, accionista de Café del Pacífico (CAFFENIO), la compañía que está detrás de la idea de vender café bajo el esquema de autoservicio en Oxxo, en entrevista con Oso Trava.
¿Cuál es la historia del café del Oxxo?
La historia de la compañía Café del Pacífico comenzó con José Díaz Díaz, quien emprendió con un negocio dedicado a la venta de café recién tostado, el cual repartía en una carreta a domicilio.
Para 1941 se creó la empresa llamada ‘Café Combate’ y José Díaz se instaló una planta en la ciudad de Hermosillo, Sonora para atender la demanda de café tostado de los estados del noroeste del país, explican en el sitio web de la empresa.
El negocio familiar siguió creciendo, aunque con limitantes, según compartió José Antonio Díaz en la entrevista con Oso Trava, en donde recordó que antes se necesitaban permisos muy especiales para importar y era el gobierno quien determinaba los precios.
Pero todo cambió para ellos cuando se logró importar con más libertad, ya que ahora bajo el nombre de Café del Pacífico dividió sus operaciones para distribuir todo tipo de productos de abarrotes en el noreste del país.

Y aunque seguían vendiendo el café, dejó de ser su principal fuente de ingresos: “Nuestros vendedores ofertaban lo más fácil (...) y empezaron a descuidar nuestro producto principal”, compartió.
Una situación que no era del todo positiva, puesto que las ventas eran altas, pero no se veían reflejadas en las ganancias; fue así que Antonio Díaz pensó en centrarse nuevamente en el café, pero con un factor de innovación.
“Una vez que estábamos ahí en la sala de juntas, nos hicimos la pregunta: ‘¿cómo le hacemos para que la gente se tome nuestro café, pero que no tenga que entrar al súper?’”, recordó.
La necesidad de crear una nueva forma de hacer llegar café a los clientes surgió debido a que cada vez era menos común que las generaciones jóvenes acudieran a comprar el café tostado: “nuestros clientes se estaban muriendo”.
Luego de muchas ideas surgió una que cambiaría el destino de Café del Pacífico: “¿qué pasa si le ponemos el café ya listo para tomarse en una tienda?”, pero no en cualquier establecimiento, pensaron en una cadena: Oxxo.
“‘Vamos viendo si ponemos una cafetera con café y unos vasos ahí, por un lado, para que se lo sirvan’. Y así inició”, comentó José Antonio Díaz, quien afirma que la idea de vender café bajo un esquema de autoservicio era 100 por ciento nuevo.
De café tostado al autoservicio: ¿Cómo llegaron a Oxxo?
La idea estaba lista, pero ahora debían pasar a la ejecución. Para llevar las bebidas de Café del Pacífico se valieron de sus contactos, ya que conocían a un gerente de Oxxo en Sonora, a quien le pidieron el favor de dejarlos poner la cafetera.
“Empezamos con dos tiendas, luego con cinco y ahí andábamos”, recordó. El negocio era un ‘ganar-ganar’: “ellos ponían la tienda y la gente. Nosotros poníamos el equipo, las máquinas y el servicio de mantenimiento”.
Lo que fue sencillo para Café del Pacífico: “cuando nosotros empezamos a hacer esto, la empresa ya tenía 60 años (...) teníamos experiencia, teníamos ubicados a los proveedores, entonces eso nos ayudó mucho”, dijo Antonio Díaz.
El compromiso era fuerte: ellos debían ‘resolver todas las broncas a Oxxo en materia de café’, un mantra que siguieron a lo largo de 5 años, en los cuales comenzaron a venderle a más tiendas de la cadena en Sonora.
¿Cómo fue la ‘pelea’ para quedarse con las tiendas Oxxo?
Todo marchaba bien, hasta que el corporativo de Oxxo se dio cuenta de que la venta de café en esquema de autoservicio no solo era rentable, sino que era un proyecto que tenía futuro, por lo cual pensaron en analizar el mercado y buscar a otros proveedores.
“Entonces ellos dijeron: ‘pues bien, vamos viendo quién es el mejor para hacer esto’. Estaban acostumbrados a tener varios proveedores”, comentó José Antonio Díaz.
Al enterarse de lo que Oxxo planeaba hacer, la familia Díaz se alarmó: “estábamos embarcados hasta cierto punto”, recordó el empresario, ya que en ese momento le vendían a 500 tiendas, habían invertido en maquinaria y tenían créditos con bancos.
“Entonces, les dije: ‘Ah, bueno, si van a hacer eso, entonces diles que esas 500 tiendas las dejamos pendientes, hasta que sepamos si vamos a hacer nosotros o no’”, recuerda Antonio que les dijo a los responsables de Oxxo.

Una decisión que justificó, debido a que estaban implementando cambios en lo referente al café que le beneficiarían a las tiendas, pero si no eran elegidos, entonces perderían su inversión.
“Suspendemos las cosas hasta que se decidan, que nos avisen”, comentó. Su postura, aunque arriesgada, dio resultados, ya que finalmente decidieron que sería Café del Pacífico el proveedor de Oxxo, no sin antes hacer un acuerdo.
La negociación se dio directamente con el Fomento Económico Mexicano (FEMSA), quien pidió ser socio de Café del Pacífico, un trato que la empresa sonorense aceptó. Con el acuerdo listo, en 2005 nace la marca Andatti, como resultado de la alianza estratégica entre las dos empresas: FEMSA y CAFFENIO.
Tras la negociación, se acordó que Café del Pacífico se mantendría como el proveedor de café; mientras que Oxxo se encargaría de la distribución, lo que en palabras de Antonio Díaz, les ‘garantizó su crecimiento y permanencia’ en las tiendas de conveniencia.
Actualmente, Andatti no solo vende la bebida preparada en las tiendas de Oxxo, también se puede comprar como café soluble, molido y hasta hay termos para beberlo.







