Antes de que el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes se convirtiera en uno de los hombres más buscados, ‘El Señor de los cielos’ solía hacer paseos y visitar diferentes restaurantes de la Ciudad de México.
Y aunque Amado Carrillo acudía lugares sencillos como los de la cadena Sanborns, su lugar favorito para comer era el restaurante Ochoa Bali Hai, un lugar en el que se podían comer desde fuentes de mariscos hasta almejas vivas.
La variedad de las preparaciones y la familiaridad con la que era tratado el narcotraficante Carrillo Fuentes, hacían que él regresara al menos una vez cada dos meses para disfrutar de una buena comida.
¿Cómo eran las visitas de ‘El Señor de los cielos’ a Ochoa Bali Hai?
En su libro Los capos: las narco-rutas de México, el periodista Ricardo Ravelo explica que Amado Carrillo se movía con facilidad por la capital, debido a que contaba con ‘ojos y oídos por todas partes’.
Para su protección, el narcotraficante pagaba cierta cantidad de dinero a agentes y militares, quienes le informaban de cada movimiento y operación encubierta que se estuviera planeando.
“Se estima que la organización derogaba mensualmente poco más de cinco millones de dólares en regalos, sobornos, pagos y cuotas fijas a funcionarios, policías y militares de todo el país a cabo de gozar de impunidad”, indica.

Es así que con este panorama y sus debidas reservas, ‘El Señor de los cielos’ se daba paseos por la Zona Rosa de la Ciudad de México y acudía a su restaurante favorito: Ochoa Bali Hai.
En sus visitas, el narco iba a acompañado de su personal de seguridad, quienes se estacionaban y permanecían fuera del negocio en caso de que se presentara alguna situación adversa.
Mientras tanto, Carrillo Fuentes ingresaba como cualquier otra persona y se sentaba en la mesa cercana a los baños; el restaurante le encantaba por la variedad de platos que había en el menú, en especial por los mariscos.
“Capi, le encargo tres fuentes de mariscos y llévele a las personas que están afuera lo que quieran. No me dilate mucho”, era lo que le decía ‘El señor de los cielos’ al mesero que lo atendía.
¿Qué comía ‘El Señor de los cielos’ en Ochoa Bali Hai?
Dentro, en el Ochoa Bali Hai, Amado Carrillo Fuentes disfrutaba de todo tipo de mariscos, algunos de los que menciona Ricardo Ravelo son los siguientes:
- Camarón gigante
- Jaiba rellena
- Almeja viva
- Callo de hacha
- Ostiones en su concha
- Pata de mula
Para acompañar el festín, ‘El Señor de los cielos’ bebía vino blanco y en ocasiones complementaba su menú con un pescado preparado con la especialidad de la casa. Amado Carrillo solía comer en una hora.

Una vez transcurrido ese tiempo, pedía la cuenta: “La cuenta, capi, rapidito, en dólares. ¿Cuánto es?”, ordenaba. En el libro Los capos: las narco-rutas de México se afirma que él siempre tenía prisa, pero solía dejar muy buenas propinas.
“Luego, se marchaba del restaurante al que asistía por lo regular cada uno o dos meses”, señala el periodista, quien indica que otro de los lugares frecuentados por el narcotraficante era el restaurante Sanborns de la avenida de Las Palmas.
¿Por qué ‘El Señor de los cielos’ dejó de comer en Ochoa Bali Hai?
Aunque Ochoa Bali Hai era el lugar favorito del narcotraficante mexicano, todo cambió un día de diciembre 1993 cuando los hermanos Arellano Félix intentaron asesinarlo dentro del restaurante.
Sobre ese día, el diario Reforma señala que ‘El Señor de los cielos’ estaba comiendo tranquilamente cuando llegaron “los llamados narcojuniors, un grupo de sicarios de la banda de los hermanos Arellano Félix”.
En el atentado murieron los guardaespaldas de Amado Carrillo y su esposa resultó lesionada, sin embargo, él logró escapar con ayuda de un teniente. Desde entonces, dejó de ir al restaurante.
¿Qué fue del restaurante Ochoa Bali Hai?
Ochoa Bali Hai se encontraba en la Avenida Insurgentes Sur 1524, esquina con la calle Ceres, y aunque operaba con la venta de comida desde 1965, fue hasta 1983 que obtuvo su registro como restaurante.
La especialidad del lugar eran los mariscos y pescados; no obstante, en 2013 el restaurante cerró. Hasta ahora se desconocen los motivos, actualmente, el lote luce completamente diferente: en donde estaba Ochoa Bali Hai se encuentra un edificio con diferentes negocios que van desde un salón de belleza hasta una sucursal de banco.







