El sector de las criptomonedas que comenzó con Bitcoin hace más de 12 años, ahora alberga más de 10 mil tokens. En marcado contraste, mientras que las autoridades de jurisdicciones alrededor del mundo como Reino Unido, Francia, Dubai y Hong Kong han adoptado un enfoque flexible y están compitiendo para atraer más criptoempresas, aprobando o planificado reglas para regir esta nueva clase de activos, Estados Unidos ha sido reacio a estas.
Por ejemplo, Coinbase, de origen norteamericano, ha encontrado su mercado más grande en Reino Unido. De hecho, la compañía ha agregado recientemente PayPal como método de pago para sus clientes de esta región.
Esta criptoempresa cuenta con licencias para operación en Alemania, en Irlanda, registros en Italia y Países Bajos. La firma también tiene contemplado dentro de sus planes, una mayor expansión en los Emiratos Árabes Unidos.
La firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, a16z crypto, que recaudó el mayor fondo criptográfico el año pasado, con un valor de 7.6 mil millones de dólares, anunció recientemente planes para abrir una nueva oficina en Londres, gracias al ambiente acogedor que el gobierno de Reino Unido ha creado para las empresas de activos digitales. Esta firma también planea ubicar su programa acelerador para empresas de criptomonedas en la capital británica el próximo año.
Este gran empuje de la criptoindustria en Reino Unido significa una victoria notable para las ambiciones del gobierno del primer ministro Rishi Sunak, quien ha dicho que se encuentra preparado para desbloquear oportunidades para esta tecnología y convertir al Reino Unido en el centro Web3 del mundo.
Grandes empresas de la industria, como Circle y Binance, recientemente eligieron a París como su principal base europea. Mientras que Reino Unido ha tardado más que Francia y la Unión Europea en adoptar nuevas reglas, atribuible a no haber luchado anteriormente con una serie de problemas, incluida la falta de claridad regulatoria, la lentitud de las licencias y el acceso deficiente a los servicios bancarios.
La Unión Europea ha ratificado recientemente el marco regulatorio de la industria, denominado MiCA, el cual entrará en vigor en 2024, y su objetivo es armonizar el marco europeo para diferentes tipos de criptomonedas y su cobertura. Este desarrollo, se gesta en Europa con un maremoto regulatorio en el ámbito de finanzas sostenibles que tiene su origen en el plan de acción sobre finanzas sostenibles de la Comisión Europea, y cuyos impactos en las entidades financieras cambiarán por completo su organización, incluida la gestión de riesgos.
Funcionarios del sector financiero en Europa, como el titular del banco central Villeroy, y la directora del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, han manifestado que probablemente se necesite una nueva versión de MiCA para abordar los conglomerados de criptomonedas.
Por otro lado, en febrero, el Tesoro de Reino Unido, propuso incluir a las criptoempresas en las normas de servicios financieros existentes, incluidos los requisitos sobre gobierno corporativo, la lucha contra el abuso del mercado y los estándares de cotización de tokens.
Los activos digitales prometen romper las barreras socioeconómicas al promover la inclusión financiera. Pueden tener un impacto social positivo, particularmente en aquellos en desarrollo. Esto se está adaptando a los nuevos requisitos tomando conciencia de su impacto en el planeta, la sociedad y el sistema financiero.