Martín Alberto Medina Sonda, empresario yucateco sentenciado por feminicidio, falleció mientras estaba recluido en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET), informó este martes el gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez.
El mandatario señaló que, de acuerdo con la información preliminar presentada en la Mesa de Seguridad, “todo parece que fue suicidio”, aunque dijo que será la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) la que proporcione mayores detalles sobre lo que pasó.
Medina Sonda cumplía una condena de 50 años de prisión impuesta en septiembre de 2019 por ser el autor intelectual del feminicidio de su exesposa, la activista Ema Gabriela Molina Canto, ocurrido el 27 de marzo de 2017 en Mérida, Yucatán.
Ema Molina se separó de su pareja, Martín Medina, quien sustrajo ilegalmente a sus tres hijos en Mérida. Durante meses, la activista luchó para que le regresaran a sus hijos pues ella tenía la custodia legal.
Martín Medina fue acusado de secuestro por la sustracción ilegal de los tres menores en el momento.
En tanto, también había sido sentenciado a 12 años y seis meses de prisión por operaciones con recursos de procedencia ilícita, por lo que estaba encarcelado desde 2014.
Martín Medina enfrentó acusaciones por lavado de dinero, que le imputó la Fiscalía General del Estado (FGE) en colaboración con la entonces Procuraduría General de la República (PGR). En noviembre de 2007, autoridades federales incautaron una avioneta Cessna 340 que aterrizó en el aeropuerto de Mérida, con 8 millones de pesos en efectivo; el dinero provenía de Tabasco y Medina Sonda los reclamó como suyos.
En cuanto al ataque contra Ema Molina, fue planeado desde prisión. La mujer fue asesinada a puñaladas afuera de su domicilio tras años de denuncias de violencia y amenazas.

¿Qué delitos cometió Alberto Medina Sonda, empresario de Yucatán?
El caso del empresario Mario Medina Sonda estuvo ligado al de José Manuel Saiz Pineda, extesorero del gobierno de Andrés Granier, en tramas de desvío de fondos y operaciones financieras irregulares, lo que a su vez le dio influencias e impunidad para actuar contra su exesposa y la familia de esta.
Por el feminicidio de Ema Molina, también fueron condenados Juan Ramón Moreno Hernández, alias “El Cachorro”, a 35 años de cárcel, así como los autores materiales del crimen, Óscar y Jonathan, quienes recibieron sentencias de 46 y 43 años, respectivamente.
La trayectoria de Medina Sonda estuvo marcada por sus vínculos con la política tabasqueña y yucateca.
Su muerte revive el caso de Ema Gabriela Molina, que derivó en recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
¿Quién fue Ema Gabriela Molina?
Ema Gabriela Molina Canto, nacida el 22 de junio de 1974 en Yucatán, fue la mayor de cinco hermanos y licenciada en Administración de Empresas. Su vida se vio marcada por la violencia ejercida durante los 16 años que estuvo casada con Martín Alberto Medina Sonda, con quien tuvo tres hijos.
Durante ese tiempo sufrió violencia física, psicológica, económica y patrimonial, hasta que en 2007 logró divorciarse y obtuvo la custodia legal de los menores, refugiándose en Mérida.
Sin embargo, su excónyuge utilizó su influencia política y económica para hostigarla. El ejemplo más claro se dio el 25 de mayo de 2012, cuando Ema Molina fue secuestrada por agentes judiciales de Tabasco bajo falsos cargos de robo de autos, golpeada y recluida por cuatro meses.
Aunque fue absuelta, durante ese tiempo sus hijos fueron raptados por Medina Sonda. Ella comenzó una ardua batalla legal para recuperar a sus hijos e incluso logró un foco nacional cuando, junto a su madre Ligia Canto Lugo, se plantó en dos ocasiones frente al presidente Enrique Peña Nieto para exigir apoyo.
Finalmente, en octubre de 2014, la Procuraduría General de la República (PGR) rescató a los niños y detuvo a su exesposo, pero acusado por sus actos de presunta corrupción relacionados con el gobierno tabasqueño. Sin embargo, eso no lo frenó de sus acciones contra Ema Gabriela.
El 27 de marzo de 2017, cuando regresaba a su casa en Mérida, fue asesinada brutalmente de 11 puñaladas frente a sus hijos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 54/2014 por el caso de Ema Molina Canto, acreditando violaciones graves a los derechos de Ema, su madre y sus hijos, particularmente en materia de seguridad, acceso a la justicia y derecho a una vida libre de violencia.
Ligia Canto, madre de Ema Molina, obtuvo la custodia de sus tres nietos en mayo de 2022, cuando los menores tenían ya 15, 16 y 17 años de edad.