El ritual de los Voladores de Papantla, fue suspendido de manera temporal en la cabecera municipal, para evitar riesgos de caídas u otros accidentes para quienes participan en dicha ceremonia.
Esto, luego de que hace unos días cinco danzantes cayeran desde una altura de 10 metros al desplomarse la estructura. Ante ello, las autoridades estatales anunciaron una revisión de todos los “palos” donde se realiza el ritual.
El alcalde de Papantla, Celestino Pino Guevara, afirmó que el caso de la cabecera municipal de Papantla, la estructura se ubica en el atrio de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción debido al mal estado en el que se encuentra.
En ese caso, fue Protección Civil del Gobierno del Estado, quien realizó una revisión a la estructura debido a que los propios voladores lo pidieron y se determinó que debía suspenderse temporalmente porque requiere de reparaciones, por ejemplo los estribos o escalones requieren de mantenimiento porque presentan oxidación.
De ritual ancestral a atractivo turístico: la danza de los Voladores de Papantla
Los voladores de Papantla es una danza ritual del pueblo totonaco ubicado al norte del estado que busca la abundancia y se realiza con cinco personas arriba de un palo de más de 10 metros de alto que danzan de cabeza. Esa danza se ha convertido en un atractivo turístico para la región.
Esta se podrá continuar realizando en algunas de las estructuras que están en otras partes del municipio y que se encuentren aptas, pero no en la cabecera municipal.
Pino Guevara dijo que ya se pidió la opinión de un grupo de personas expertas para que comiencen las reparaciones en el palo principal.
“Encontraron algunas deficiencias en las escaleras, algunos puntos están muy deteriorados, por eso suspendimos la volada, (…) nosotros ya mandamos un grupo de expertos para que ellos nos digan en qué tiempo de reparación”, comentó.
El pasado 27 de junio en Tihuatlán se registró el accidente en una comunidad mientras que se realizaba la danza y dos de los cinco voladores aún continúan hospitalizados.
