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¡Boomba! Yucatán quiere revivir el Horario de Verano: Busca adelantar el reloj una hora como Cancún

O reviven el Horario de Verano en Yucatán o habrá cortes de energía programados. Estos serían los riesgos si no se empata la hora con Quintana Roo.

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Yucatán quiere revivir el Horario de Verano y pasar del huso horario actual (UTC–6) al (UTC–5), el mismo que rige en Cancún desde 2015. (Cuartoscuro / El Financiero)

A casi tres años de que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó el Horario de Verano en 2022, Yucatán evalúa adelantar el reloj una hora. Esta vez, no por una política federal, sino por una propuesta nacida desde el sector energético local.

El objetivo es homologar el horario con el de Quintana Roo, adelantando una hora de manera permanente. El cambio implicaría dejar el huso horario actual (UTC–6) y adoptar el de la zona sureste (UTC–5), que rige en Cancún desde 2015.

A diferencia de Quintana Roo, donde el impulso vino del sector turístico, en Yucatán la iniciativa nace de razones técnicas. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) planteó formalmente el ajuste para aprovechar mejor la generación solar durante las tardes.

Según explicaciones de la Agencia de Energía de Yucatán, encabezada por Pablo Gamboa Miner, un cambio de horario permitiría extender la ventana de aprovechamiento fotovoltaico en los parques solares del estado, alargando su producción efectiva hasta pasadas las 19:30 horas.


¿Cuál es el camino para reactivar el Horario de Verano en Yucatán?

La propuesta requiere, en primera instancia, que el Congreso de Yucatán apruebe una iniciativa solicitando el regreso al Horario de Verano; luego, la Secretaría de Energía, en coordinación con la Secretaría de Gobernación, evaluaría su viabilidad y emitiría el decreto correspondiente.

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La CFE advierte que si no se concretan los proyectos de infraestructura, será necesario implementar cortes programados de energía eléctrica en Yucatán. (Cuartoscuro/Martín Zetina)

Esta medida técnica; sin embargo, se produce en un contexto de severas deficiencias en el abasto de energía. Pese a que en los últimos años se han invertido más de 2,200 millones de dólares en nuevas centrales de ciclo combinado en Yucatán —como las plantas Mérida IV y Valladolid IV, desarrolladas por Mitsubishi Power—, ambas continúan fuera de operación por falta de gasoductos para alimentarlas.

El resultado ha sido una crisis energética permanente. La capacidad instalada en la Península de Yucatán ronda los 1,837 megavatios, pero la demanda, impulsada por el crecimiento urbano, turístico e industrial, ya supera los 3,500 megavatios, de acuerdo con el Plan de Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional.

La situación ha llegado al punto en que la propia CFE ha advertido que, de no concretarse los proyectos de infraestructura en curso, será necesario mantener cortes programados de energía para evitar colapsos en el sistema.


Justo esta semana, el gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, sostuvo una reunión con la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, para revisar los proyectos energéticos en el estado. Acompañados por directivos de la CFE, se discutieron temas como la transición a energías limpias, la ampliación de la red de transmisión y el marco de inversiones necesarias para garantizar cobertura, reducir costos y avanzar en la transición energética.

La Sener reafirmó que Yucatán es un estado prioritario para el desarrollo energético nacional, tanto por su potencial renovable como por su creciente demanda. Esta declaración cobra sentido si se considera que hay más de 1,200 MW en nuevos proyectos de energía renovable en desarrollo en la región, en especial solares y eólicos, según el NREL y la Agencia de Energía de Yucatán.

¿Por qué proponen un cambio de horario en Yucatán?

La propuesta de cambio de huso horario, aunque aún no formalizada como iniciativa, busca ser una medida de bajo costo que ayude a equilibrar la carga de la red eléctrica, aprovechando al máximo los recursos solares ya existentes.

No es la primera vez que se plantea. Desde hace más de una década, algunos sectores económicos de Yucatán —especialmente comercios vinculados al turismo y a la vida nocturna— han coqueteado con la idea de alinearse con el horario de Cancún. Sin embargo, la discusión nunca había llegado con este nivel de respaldo técnico.

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El cambio de horario en Yucatán permitiría extender la ventana de aprovechamiento fotovoltaico. (Cuartoscuro/Moisés Pablo Nava)

Yucatán mantiene una estrecha relación con Quintana Roo como proveedor de servicios, alimentos, materiales de construcción y fuerza laboral. Un horario alineado entre ambos estados facilitaría la operación de rutas turísticas, agencias de viajes, entregas de mercancía, visitas a zonas arqueológicas compartidas y, en particular, la sincronización de horarios en el Tren Maya, que conecta puntos clave de ambos territorios. También beneficiaría a aerolíneas, empresas logísticas y operadores turísticos que hoy deben ajustar itinerarios a una hora de diferencia.

El caso de Quintana Roo ofrece algunas pistas. En 2015, ese estado modificó su huso horario para dar a los turistas una hora más de luz por la tarde, en plena temporada alta. La decisión generó ajustes, pero también posicionó a Cancún y la Riviera Maya con una ventaja competitiva clara.

En 2022, cuando el gobierno federal decretó la eliminación del Horario de Verano, se argumentó que los beneficios económicos eran marginales y que el cambio de hora afectaba la salud. Ahora, en sentido contrario, Yucatán podría ser el primer estado en plantear un ajuste desde lo local, con motivos ligados al cambio climático, la eficiencia energética y la autonomía regional.

Pero más allá del reloj, el debate real está anclado en un problema estructural: cómo dotar de energía estable, limpia y suficiente a una región que crece, invierte y quiere despegar… sin que el sistema eléctrico colapse en el intento.

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