La escena tiene a un lado al menos tres vehículos blindados de la policía mexicana y, al otro lado, en frente, a varios hombres disparando con armas largas y cubriéndose detrás de varios coches y de un Jeep blindado en el que hay un militar guatemalteco apostado arriba, al mando de una metralleta, que no reacciona.
Todo eso ocurrió en territorio de Guatemala el domingo 8 de junio.
Esa secuencia es parte de una polémica persecución —que ya está en investigación por parte de ambos países— de agentes mexicanos contra supuestos integrantes de un cártel que cruzaron la frontera desde Ciudad Cuauhtémoc hacia la población de La Mesilla, ya en Guatemala.
Todo quedó grabado en varios vídeos difundidos en redes sociales.
¿Qué reportaron las autoridades de México?
La policía estatal de Chiapas, confirmaron el lunes autoridades estatales, había neutralizado momentos antes en su territorio a cuatro de los hombres armados, que estaban supuestamente implicados en un ataque días atrás que dejó cinco agentes muertos. Después, persiguió a los otros más allá de la frontera, en el lado guatemalteco.
“No está bien que eso haya ocurrido”, se pronunció el lunes la presidenta Claudia Sheinbaum, admitiendo que la policía se metió al país vecino. Aseguró que se está investigando lo ocurrido.
La vicepresidenta guatemalteca, Karim Herrera, se pronunció en el mismo sentido: “Las autoridades de México y Guatemala continúan en comunicación y coordinación para dilucidar la situación. Desde el inicio del incidente tuvimos conocimiento; sin embargo, hay muchas cosas que se deben establecer”. Herrera ejerce de mandataria en funciones, mientras Bernardo Arévalo está de visita oficial en Taiwán.
¿Cómo inició la persecución de Chiapas a Guatemala?
El controvertido operativo empezó cuando drones de la policía mexicana detectaron que varios hombres armados ingresaron a México, indicó a The Associated Press el secretario de Seguridad de Chiapas, Óscar Aparicio Avendaño. A continuación comenzó un choque armado en territorio mexicano pero a pocos metros de la frontera con Guatemala.
La Secretaría de Seguridad estatal indicó que las fuerzas de seguridad respondieron a un ataque con armas de fuego y granadas ocurrido en ese tramo entre Ciudad Cuauhtémoc y La Mesilla.
En el enfrentamiento, fueron abatidas cuatro personas, todos presuntos integrantes de un grupo delictivo. Se decomisaron cuatro camionetas — tres de ellas blindadas—-, un lanzagranadas y tres armas largas.
Los fallecidos fueron identificados como presuntos integrantes del Cártel Chiapas-Guatemala, un brazo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación que opera en esa zona fronteriza, confirmó Aparicio Avendaño.
Después, inició la persecución que terminó en territorio guatemalteco. La Secretaría de Seguridad de Chiapas confirmó en un comunicado que tres vehículos blindados y artillados se metieron al país vecino.
En los videos grabados desde el lado guatemalteco, se ve uno de los blindados ya al otro lado de la frontera, junto a un auto negro del que sale al menos un hombre con un arma larga. Luego, otro de los vehículos de la policía avanza rápidamente hacia ellos y se coloca en paralelo. De pronto, de una calle lateral, aparece un tercer blindado que arremete con fuerza contra el auto de los presuntos delincuentes.
Violencia en la frontera México-Guatemala
La violencia en esa zona fronteriza, donde proliferan las actividades ilícitas en el trasiego de armas, drogas y migrantes, llevó el año pasado a que al menos 600 mexicanos huyeran hacia Guatemala en busca de refugio.
La localidad de Frontera Comalapa —en los límites con Guatemala— es crucial para las organizaciones criminales, ya que allí inician dos de seis rutas que van desde Centroamérica hacia México y Estados Unidos, según la Secretaría de la Defensa Nacional. Los cárteles se disputan esa ruta desde 2021, lo que ha derivado en varias masacres, desplazamientos masivos y desapariciones.
Las autoridades estatales y federales mexicanas mantienen en la zona de Frontera Comalapa un despliegue de más de 1,000 elementos, helicópteros y drones, luego del que el 2 de junio cinco agentes estatales murieran calcinados durante una emboscada a una patrulla.
Desde diciembre, al inicio de su administración, el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, declaró un combate frontal a los cárteles y creó un grupo élite denominado Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, cuyos miembros estuvieron involucrados en los hechos del domingo en la frontera.
A finales de mayo, se abrió una investigación por presunta corrupción y actos de colusión con organizaciones criminales dentro de ese equipo de élite.
Acusan a fuerzas de seguridad de Guatemala
Pero el lunes, los señalados fueron los uniformados guatemaltecos. El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, acusó a las fuerzas de seguridad del país vecino de estar coludidas con la delincuencia, a partir de uno de los vídeos difundidos, en el que se ve un vehículo del ejército guatemalteco —un Jeep J8 blindado como los que Estados Unidos donó a Guatemala — que estaría operando como escudo para los criminales durante el enfrentamiento con los policías mexicanos.
“No es cosa menor estar coludidos, pero lo que es peor es estar al servicio de la delincuencia”, dijo Ramírez Aguilar en su cuenta de Facebook.
El ministro guatemalteco de la Defensa nacional, Henry Sáenz, confirmó la presencia militar en el lado en el que estaban los hombres armados y mencionó que ningún elemento del ejército accionó sus armas durante el incidente. Todos los hechos están bajo investigación para determinar si ese actuar fue el adecuado.
Su par en la cartera del Interior también apuntó hacia la reacción militar. “Tenemos claro que disparar no siempre es la manera adecuada de cuidar a los ciudadanos, a veces no hacerlo es igual de importante”.
