Tras la solicitud de desafuero que presentó la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción en contra del gobernador Cuauhtémoc Blanco por los delitos de enriquecimiento ilícito, ejercicio indebido del servicio público, fraude procesal entre otros, el mandatario respondió que está dispuesto a que lo investiguen.
Ayer, quien fuera su zar anticorrupción, Gerardo Becerra, acudió con el vicefiscal Edgar Núñez Urquiza al Congreso del Estado para presentar la solicitud de causa, que implica el desafuero para poder enfrentar a la justicia por los delitos en mención.
“A mi no se me ha informado nada, cuando me informen con mucho gusto les diré lo que voy hacer. Yo voy a seguir fuerte, tú sabes de quien vienen, Paredes (Enrique) y Becerra, ambos trabajaron conmigo un rato. Lo tomo de quien viene, que digan, que hablen lo que quieran, a mi que me investiguen, yo estoy tranquilo”, expresó el mandatario.
Blanco Bravo reconoció que sí tiene cuentas bancarias en los Estados Unidos, pero aclaró que es producto del tiempo que trabajó en Chicago, ya que realizó comerciales y campañas publicitarias por las cuales le pagaron, además, dijo que no puede revelar cuánto tiene por motivos de seguridad, pero reiteró que esta abierto a que se le investigue.
“No te puedo decir, la cantidad que tengo allá, yo trabajé en Chicago, hice muchos comerciales, lo único que te digo es que estoy en la mayor disposición de que se me investigue en Estados Unidos porque yo trabajé dos años y medio en Chicago haciendo muchas campañas publicitarias”, explicó.
No obstante, Cuauhtémoc Blanco señaló que los actores políticos que interpusieron la denuncia en su contra lo hicieron de un refrito que existía en la Unidad de Investigación Financiera (UIF), el “Caso Primavera” del que salió exonerado, pero dejó entre ver que detrás de este tema está su actual secretario de la gubernatura y exmanager, José Manuel Sanz que fue señalado en dicha investigación y resulta que los denunciantes no lo mencionan.
Por otra lado, dijo que hasta no recibir la notificación de parte de la Fiscalía Anticorrupción, que encabeza Juan Salazar Núñez, determinará si busca un amparo o incluso realiza una denuncia al fiscal y a quienes lo acusan.
Y es que dijo que en el caso de Gerardo Becerra, quien entró a su gobierno con la promesa de meter a la cárcel al exgobernador y a su familia no hizo más que tres denuncias y ahora se pone de lado de ellos.
Aunado a que dicho exfuncionario está molesto, refirió el mandatario, porque quería ser secretario de gobierno y además de su sueldo como zar anticorrupción, quería 30 mil pesos más de viáticos, a lo que el gobernador se negó.
Por último, señaló que Enrique Paredes fue quien le otorgó la constancia de residencia cuando se postuló en 2015 para ser presidente municipal, y este era secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca en ese entonces, ahora, lo acusa de “falsificar” un documento para solicitar permiso en las vacaciones de diciembre pasado.
Insistió en que dicho permiso lo firmó él, delante del consejero jurídico del gobierno, Samuel Sotelo Salgado y del propio secretario de gobierno, Pablo Ojeda, este último se quedó al frente de la administración durante dos semanas en esa fecha.
Por lo que no comprende de dónde “le agarró odio y obsesión” en su contra, por lo que no descartó que busquen colgarse de su imagen, por lo que dijo, es la última vez que habla de estos personajes.
Finalmente, Blanco Bravo confió en que recibirá apoyo de los diputados y diputadas que integran la cuarta transformación en este nuevo proceso que se inició en su contra.