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Traficantes Michoacanos, el narcocorrido que narra la vida en El Aguaje, tierra de ‘La Tuta’ y ‘El Mencho’

Ubicada en Aguililla, Michoacán, El Aguaje es una de las zonas más importantes en la historia del narco en ese estado.

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El Aguaje es un lugar recordado en los narcocorridos como una de las cunas de capos y del tráfico de drogas. (Shutterstock / FGR)

Mientras la persecución contra narcotraficantes mexicanos, ahora considerados como terroristas por Estados Unidos, continúa, una de las ‘cunas’ del narco ahora es un pueblo desierto. Hablamos de El Aguaje, sitio de donde es Servando Gómez ‘La Tuta’ y Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’.

‘La Tuta’, recién extraditado a Estados Unidos junto con otros 25 narcotraficantes mexicanos, fue uno de los hombres que ‘sembró terror’ en El Aguaje durante años, mientras que otros salieron de ahí para liderar grupos criminales que ahora están bajo la lupa nacional e internacional.

Tan importante es El Aguaje que está inmortalizado en los narcocorridos, y existe una canción que narra cómo es la vida llena de violencia en esa localidad ubicada en el municipio de Aguililla, su nombre es Traficantes Michoacanos, interpretada por Los Hermanos Jiménez y Banda Machos, entre otros artistas.

“Salen varias camionetas con rumbo hacia California. De Aguililla y del Aguaje se van muy de madrugada. Y llevan un cargamento de goma y de hierba mala", inicia la canción.

Esto sabemos de la canción ‘Traficantes Michoacanos’

La canción Traficantes Michoacanos se ha convertido en un himno que retrata la vida de un pueblo marcado por el narcotráfico de personajes como ‘La Tuta’: El Aguaje, Michoacán. Esta canción no solo refleja la realidad de sus habitantes, sino que también pone de relieve el problema del éxodo masivo causado por la violencia de los cárteles.

La canción Traficantes Michoacanos es un reflejo de la cultura narco que ha permeado en El Aguaje. Interpretada por la Banda Machos, esta canción captura la esencia del pueblo, donde las camionetas con cargamentos de drogas partían hacia California.


“Hacen sus buenas reuniones, aunque a ellos les vaya mal. Compran su carro del año y no les pesa gastar. Y dicen: ′listo pa’ otro año′, para volver a sembrar... Pasan por Apatzingán, Nueva Italia y por Uruapan. Donde hay jefes de la banda que tienen organizada en Coalcomán y El Aguaje, ahí no se sabe nada“, dice la canción.

Aunque el tema se popularizó en los años noventa, describe la tradición del narco en la zona de la que provienen narcotraficantes como:

¿Qué es El Aguaje y por qué es famoso?

El Aguaje es un pequeño poblado del municipio de Aguililla, en el estado de Michoacán, México. Reconocido por su historia como un “paraíso del narco” en las décadas de los 90, el pueblo se convirtió en un centro de cultivo de marihuana.

En su auge, El Aguaje era el líder nacional en la producción de esta planta, atrayendo a familias que construyeron ostentosas residencias y poseían lujosas camionetas. Sin embargo, la violencia de los cárteles, especialmente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Nueva Familia Michoacana, ha transformado este lugar en un pueblo fantasma, donde el miedo ha llevado a más de 2 mil personas a huir en los últimos meses.

La violencia en El Aguaje ha escalado a niveles alarmantes. En la actualidad, los enfrentamientos entre grupos criminales ocurren con armas de alto poder, granadas y drones.

Estos conflictos han despojado al pueblo de su identidad y de su población.

Así empezó la historia del narco en El Aguaje

Desde la década de los 60, El Aguaje fue conocido por su producción de marihuana. Los pobladores cultivaban esta planta y la intercambiaban por bienes materiales, como electrodomésticos y armas.

La historia revela que en los años 70, las casas humildes del pueblo contaban con antenas parabólicas, lo que era un símbolo de estatus en la región. A medida que los narcotraficantes comenzaron a enfocarse en drogas más fuertes, como la goma de opio, la marihuana fue perdiendo su relevancia.

Hoy, El Aguaje enfrenta un futuro incierto. Con apenas 300 habitantes, la mayoría de las casas están deshabitadas, y el pueblo ha sido declarado una “zona de guerra”.

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