El consumo en las grandes cadenas de restaurantes se redujo y provocó una baja en ventas del 1.1 por ciento a tiendas comparables en los dos primeros meses del 2014, con respecto al primer bimestre del año anterior, debido a un menor ingreso disponible de los clientes y al aumento de precios de alimentos altos en calorías, aseguró la Asociación de Directores de Cadenas de Restaurantes (Dicares).
Raúl Ramírez, presidente de Dicares y de los restaurantes El Bajío, señaló que aunque tradicionalmente los dos primeros meses del año son lentos para la industria restaurantera, en 2014 la reforma fiscal provocó una desaceleración en la captación de ingresos de las 4 mil unidades del gremio.
"Le aumentaron los impuestos a la gente, a la clase media y eso ha hecho que tenga menos dinero, por otro lado, con los impuestos a los alimentos con alto contenido calórico subieron los precios, la gente tiene menos ingreso disponible y le cuesta más, entonces tiene menos para gastar, eso ha provocado que tengamos decrecimiento en las ventas", explicó Ramírez.
Dicares agrupa a 35 cadenas de restaurantes entre las que se encuentran: El Bajío, Restaurantes Palacio (de Hierro), Sanborns, Toks, Wings, Vips, Domino's Pizza y Garabatos.
Para el resto del año, la asociación espera que se estabilice el consumo y exista un crecimiento en los ingresos de 3.9 por ciento, respecto al 2013.
Ramírez expuso que de no haber existido la carga impositiva, las cadenas hubieran crecido a niveles de hasta el 6 por ciento, respecto al año anterior, lo que significaría recuperar el crecimiento histórico reportado por la industria a inicios del año 2000.
En 2013, a nivel general la industria restaurantera creció 4 por ciento, con respecto a 2012.
Actualmente el sector cuenta con más de 420 mil establecimientos en México, desde micro hasta grandes negocios, que generan 1.6 millones de empleos directos.
En cuanto a inversiones, Ramírez afirmó que las menores ventas dificultan a las compañías continuar con sus planes de expansión.