Las tarifas ferroviarias no pueden, ni deben ser artificialmente competitivas, ya que esta práctica sería ineficiente y conduciría a la desaparición de los concesionarios en la red en el largo plazo, debido a su incapacidad de obtener ingresos que les permita recuperar el capital, consideró el Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac).
"Juzgar la competitividad de todos los servicios del sector ferroviario no es eficiente. La eficiencia económica exige tarifas competitivas sólo para aquellos servicios en los que exista competencia intermodal y tarifas reguladas para los bienes cautivos", señala su estudio Reforma al Servicio Ferroviario en México.
Verónica Baz, directora general del Cidac, en entrevista con Carlos Mota para EL FINANCIERO Bloomberg, destacó que contrario a lo que sucede en otros mercados, donde una mayor competencia implica tarifas más bajas y un mejor servicio, en el sector ferroviario en particular no necesariamente ocurre esto.
La industria ferroviaria está compuesta por empresas multiproducto, que privilegian las economías de escala cuando son pocos participantes, explicó la experta.
"Entre menos empresas sean, más barato podrán ofrecer el servicio", comentó Baz.
Sin embargo, consideró necesaria la reforma ferroviaria para mejorar el papel de un ente regulador.
"Se requiere una regulación fuerte y especializada, pero es peligroso simplemente promover un cambio en la estructura de la industria nada más porque suena atractivo tener más competidores, porque en el largo plazo eso no necesariamente dará los resultados que queremos", sostuvo Baz.
De acuerdo con el estudio de Cidac, obligar a las empresas a ofrecer tarifas artificialmente competitivas provocaría la desaparición de las empresas dueñas de las vías.
"Un precio competitivo no permite generar ingresos suficientes para cubrir los costos de capital en el largo plazo", dice el documento.
Sin embargo, tampoco se podría cobrar una tarifa que cubriera los costos de capital en el largo plazo, pues los consumidores o clientes del servicio de transporte no podrían consumir la cantidad de servicios ferroviarios deseados a un precio que estarían dispuestos a pagar.
Por ello, la forma de determinar los precios tiene que considerar aspectos de la demanda por los servicios, independientemente de que las empresas del sector tengan o no poder de mercado.
Ayer, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) recomendó a las empresas del sector renegociar sus contratos de transporte ferroviario para no paralizar la recepción y entrega de materiales, sin embargo, aseguró que apoya la reforma al sector.