Empresas ICA, la constructora emblemáticas de México y que atraviesa por la peor crisis de sus casi siete décadas de existencia, ha tenido que recortar en 13 mil 500 personas su nómina, una de las difíciles decisiones que ha adoptado en los últimos 15 meses para superar sus problemas e intentar mantenerse a flote.
De los 31 mil 302 empleados que ICA tenía a finales de 2014, 43 por ciento de ellos ya no cobran en la constructora. Si bien la reducción de la nómina en ese número no implica necesariamente que los trabajadores hayan perdido su empleo, pues algunos de ellos podrían seguir cobrando en las filiales que ICA ha vendido recientemente para hacerse de recursos, la cifra de trabajadores que no cobran en la constructora no deja de ser significativa.
Crear empleos no es cosa fácil y más cuando inversiones millonarias, como la edificación de una planta automotriz, crea uno o dos millares de puestos de trabajo en periodos de tres a cinco años.
Los recortes a la nómina ejemplifican la difícil situación por la que atraviesa la empresa y que los analistas atribuyen a diversos factores, como los recortes recientes al gasto gubernamental que han provocado la cancelación de proyectos de infraestructura en los que la constructora planeaba participar.
ICA enfrenta las malas decisiones de sus ejecutivos, quienes al parecer calcularon mal los riesgos de la empresa ante una desaceleración económica.
Por último, su elevada deuda, que a finales de 2015 ascendió a 67 mil millones de pesos (tres mil 770 millones de dólares), es otra de las razones que explica la difícil situación de la constructora y la necesidad que ha tenido de aligerar sus gastos.
Del total de empleados de ICA que ya no cobran en la empresa, poco más de la mitad --siete mil 650-- perdieron su trabajo al salir de las divisiones de construcción y concesiones, así como de su filial ViveICA y de sus oficinas corporativas. El año pasado cerca de tres mil 300 de esos trabajadores abandonaron la compañía, que fundó en 1947 Bernardo Quintana Arrioja con otros 17 ingenieros, y el resto --cuatro mil 350-- en el primer trimestre de este año, dijo a Infosel una fuente al interior de ICA.
Por otra parte, cuatro mil trabajadores más dejaron de depender de ICA tras la venta que hizo la empresa de dos de sus subsidiarias: la constructora Rodio Kronsa y la compañía de servicios medioambientales Proactiva.
Finalmente, mil 900 plazas dejaron de estar en la nómina de ICA por despidos o porque la compañía dejó de consolidar las operaciones de la empresa minera peruana San Martín al disminuir su participación de 51 a 31.2 por ciento.
El número de trabajadores que han dejado la nómina de ICA podría incluso ser mayor porque la empresa no ha revelado si en los primeros tres meses del año ha descontado más plazas en sus subsidiarias.
Algunos analistas opinan que el despido de trabajadores es una muestra de la seriedad con la que la empresa, que edificó los estadios de futbol Azteca y Olímpico Universitario, además de algunas líneas del Metro de la Ciudad de México, está tomando su proceso de reestructura para poder dejar atrás este difícil episodio, que la ha llevado a dejar de cumplir con sus compromisos financieros y que pronto la llevará a sentarse con sus acreedores para intentar alcanzar una cuerdo que le permita reestructurar sus créditos.
Probablemente la empresa quiera contar con más tiempo para poder afrontar sus obligaciones financieras, al tiempo que solicita una reducción a las tasas que paga sobre sus adeudos y hasta una reducción de ésta a través, quizá, de un intercambio de deuda por acciones.
La reestructura operativa "es una señal que se les manda a los acreedores de que la compañía tiene el compromiso de tomar las medidas necesarias para subsistir... Esto podría facilitar la negociación en la que van a entrar con los acreedores", dijo un analista que prefirió no revelar su nombre.
ICA trabaja en la actualidad con aproximadamente 17 mil 700 empleados de los cuales siete mil 350 están en la constructora y diez mil 400 en sus filiales.
"Yo creo que esa ya fue la mayor proporción [de bajas] dentro del proceso de reestructura de la compañía, con esos recortes ya tiene menor presión, incluso si en los próximos meses continúa con complicaciones", dijo el analista consultado. "Al final la parte difícil de la reestructura sí se está realizando.