Prada se ocupará durante los próximos tres años de renovar la marca Versace y no planea realizar más adquisiciones en ese período, dijo el presidente ejecutivo Andrea Guerra.
El acuerdo de 1.250 millones de euros (1.440 millones de dólares) para comprar Versace, propiedad de Capri Holdings, se cerrará el 2 de diciembre, según anunció Guerra el viernes en un evento de la empresa en Italia.
Se trata de la mayor adquisición de Prada en su historia, y el director ejecutivo afirmó que el relanzamiento y la integración de la marca serán la principal prioridad del grupo italiano.
“No hay nada en marcha”, declaró Guerra a la prensa en una fábrica de cuero de Prada en la ciudad toscana de Scandicci, Toscana, para celebrar el 25 aniversario de la Academia Prada, un proyecto para el desarrollo de jóvenes trabajadores de la industria. “Seguiremos comprometidos con Versace por el momento”.
¿Quién dirigirá Versace tras la compra de Prada?
La dirección de Versace recaerá en Lorenzo Bertelli, el hijo mayor de la diseñadora Miuccia Prada y el industrial Patrizio Bertelli, quien será nombrado presidente ejecutivo de la marca, según dijo a Bloomberg a principios de este mes.
La marca aportará una estética diferente al portafolio de Prada y allana el camino para la creación de una empresa italiana más grande que potencialmente pueda competir con mayor eficacia con los grupos de lujo globales.
Aunque lejos de su apogeo en las décadas de 1980 y 1990, la marca ofrece a Prada la oportunidad de expandir su negocio tras el éxito de Miu Miu, afirmó Bertelli en aquel entonces.
Las ventas de Prada aumentaron en los primeros nueve meses del año debido a que la sólida demanda de su marca Miu Miu compensó una caída en la marca homónima del grupo.
Guerra dijo que la ambición de la compañía es seguir creciendo “a un ritmo más rápido que la industria” y que el impacto de los aranceles estadounidenses “ya quedó atrás”.







