La industria de envases y embalajes en México enfrenta una crisis ante los aranceles del 50 por ciento al acero y aluminio impuestos por Estados Unidos, sumados a los gravámenes que México planea aplicar en el 2026 al plástico, cartón, papel y vidrio provenientes de países sin acuerdos comerciales con nuestra nación.
Según la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), esta presión podría derivar en alzas de precios en alimentos y bebidas, que representan la mitad de la demanda del sector.
“Tenemos una presión de doble pinza. Por un lado vamos a tener nuestros proveedores que nos van a vender más caro y por otro lado nuestros clientes, quienes nos van a obligar a contraer nuestros márgenes”, advirtió Jesús Núñez Espinoza, presidente de la Zona Norte de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE).
El panorama para el sector en el futuro incluye la sustitución de materiales en diferentes productos, para ahorrar costos y mantener precios al consumidor.
“Esta reducción en la demanda por los altos costos de los materiales va a obligar a las empresas a migrar a diferentes tipos de componentes o estructuras de sus productos. Va a haber un impacto. Estamos en una situación de wait and see. Lo peor está por venir en el año que viene en materia de precios”, adelantó.
En junio pasado entró en vigor la imposición de aranceles del 50 por ciento a la importación de acero, aluminio y sus derivados por parte de EU, lo que provocó que Constellations Brands —que importa desde México a Estados Unidos toda la cerveza Corona que vende en ese mercado—, se viera afectada por el aumento en el precio de las latas, al igual que los productores de alimentos enlatados.
Además, México planea incrementar en 2026 los aranceles a diversos productos provenientes de países con los que no tiene acuerdos comerciales, como China, Corea del Sur o India. En el caso de los plásticos, el arancel actual que va de 0 a 35 por ciento se ajustaría a un rango de 10 a 35 por ciento; para papel y cartón pasaría de 0 a 35 por ciento a entre 15 y 50 por ciento; en vidrio, la tarifa ya no sería de 0 a 35 por ciento, sino de 35 a 50 por ciento; mientras que el aluminio pasaría de un rango de 0 a 50 por ciento a una tasa fija de 35 por ciento.
“Nos preocupa que en México estamos haciendo exactamente lo mismo, para quedar bien en Estados Unidos y es querer ponerle un arancel del 35 por ciento al acero que proviene de China en general, además, sin diferenciar qué parte es para alimentos. Hay una afectación importante y no hay un beneficio ni para el país ni para el consumidor. No tiene lógica”, alertó Jonás Murillo, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca).
El líder del organismo detalló en el marco del The Food Tech Summit & Expo 2025, que su sector exporta el 15 por ciento de la producción nacional y de ese volumen, el 85 por ciento se va a los Estados Unidos, además de que el 40 por ciento de los productos se venden a la Unión Americana son enlatados, por lo que la afectación arancelaria sería alta.
“Por ejemplo, en una lata de frijol hay que contar que la lata representa el 60 por ciento del valor del producto. El frijol, el 35 y el otro 5 por ciento de valor, es el resto del empaque como el etiquetado o el embalaje. Entonces, ese arancel significa que tiene un incremento directo a cada lata. Tenemos productos de bajo valor dentro de un empaque de muy alto valor”, señaló el presidente ejecutivo de la Canainca.

Empresas de envases de plástico en incertidumbre por aranceles de EU
La incertidumbre arancelaria también impacta a los fabricantes de envases de plástico en los que hay una dependencia de materiales provenientes de Estados Unidos.
“La parte de incertidumbre nos afecta bastante. Sobre todo en la parte de suministro. Nosotros tenemos un déficit más o menos de 56 por ciento en cuanto a las materias primas provenientes de Estados Unidos, las que se van dirigidas a envase y empaque”, explicó Susana Hernández, directora técnica de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (ANIPAC).
Agregó que los contratos se quedan a medias porque se tiene miedo de saber si van a avanzar o no los aranceles.
La incertidumbre por la imposición de aranceles ya se encuentra presente en las cadenas de valor de alimentos y bebidas, que en septiembre registró una inflación de 5.34 por ciento anual; nivel superior a la inflación general que fue de 3.76 por ciento, de acuerdo con datos del INEGI.