Las tiendas de la esquina en México atraviesan tiempos difíciles, con más de 70 por ciento de los negocios que reportan una reducción en sus márgenes de ganancia y el 40 por ciento enfrentan un aumento en las solicitudes de fiado, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). Además, el 44.3 por ciento de los tenderos ha sido víctima de delitos como extorsión, asaltos y cobro de piso.
“Estamos entrando un momento crítico, los pequeños comercios empiezan a no abrir todos los días a trabajar menos horas y buscar otros trabajos complementarios. A veces tienen cero ganancias y solo obtienen recursos para mantener abierto su punto de venta, incluso en algunos momentos hasta con pérdidas, son tiempos de vacas flacas, las cosas están complicadas”, advirtió Rivera.
A pesar de representar el 27 por ciento del comercio minorista, el canal tradicional enfrenta desafíos como la falta de digitalización, inventarios ineficientes y competencia con autoservicios.
“No hay resiliencia sin desgaste. Las tienditas aguantan no por ganancia, sino por compromiso. Venden con pérdida, resisten sin apoyo, y siguen por orgullo: son el latido emocional de cada comunidad”, señaló la ANPEC.
Si bien el canal moderno concentra el 51 por ciento del comercio minorista en México a través de tiendas de autoservicio, tiendas club y de conveniencia; el canal tradicional representa el 27 por ciento de preferencia entre los consumidores.
“El comercio tradicional se mueve en un entorno en donde se están enfrentando a una competencia muy intensa, no nada más de una cadena o un grupo de tiendas, sino en general de un mercado que se ha tornado muy competitivo, desde autoservicios grandes, medianos, pequeños, tiendas de descuento tiendas de conveniencia, son realidad que hoy tienen un entorno muy competitivo”, explicó a El Financiero, Francisco Luna, Country Manager de México Worldpanel by Numerator.
Durante el tercer trimestre de 2024, en el comercio al por menor de abarrotes y alimentos la población ocupada fue 6.25 millones de personas, de los cuales 41.9 por ciento son hombres y 58.1 por ciento, mujeres. Además, el salario promedio mensual informal fue de 4 mil 630 pesos. Además, el 75 por ciento que laboran esos negocios, son informales.
“A nadie le conviene que el canal tradicional se debilite. En la medida que el canal tradicional sea vigente, a todos nos conviene, a los consumidores y fabricantes, el canal tradicional también es un medio de subsistencia para muchos lugares, para emprendedores. Entonces, creo que a nadie le conviene que las tiendas de abarrotes se debiliten”, concluyó el Country Manager de México Worldpanel by Numerator.
Según la radiografía de la ANPEC, el 45 por ciento dicen que los clientes dejaron de comprar comida enlatada; el 29.1 por ciento dejaron de comprar pan de caja; mientras que el 68.4 por ciento afirma que sus clientes compran por precio y no por calidad.
“El canal tradicional si quiere competir contra el canal de autoservicio, no va a poder, porque es otro surtido, son otros precios, tienen que buscar tener un surtido único en aquellas categorías de muy alta rotación. Y ahí tiene que trabajar de la mano con la industria y responder adecuadamente a un consumidor nuevo”, sugirió Francisco Luna.
Detalló que fabricantes como Coca-Cola, Bimbo, Alpura, Sabritas y otras marcas que están en los anaqueles de las tiendas de la esquina deben ofrecer un surtido único al canal tradicional y como consecuencia al consumidor final.
“Necesitan de un fabricante que les ofrezca un surtido diferenciado, porque si yo como consumidor voy al autoservicio y me encuentro el mismo producto más barato con packs, pues en un entorno en donde el consumidor cada vez tiene menos tiempo y hace compras más grandes, acuden menos a las tiendas de abarrotes”, abundó Luna.

Tecnología y modernización, los retos para comercios tradicionales
Otro de los grandes rezagos del comercio tradicional es la utilización de medios digitales desde la planeación, organización y venta de mercancías hasta los medios de pago, ya que quienes tienen un negocio de este tipo no saben por dónde empezar, pues no cuentan con el apoyo de gobierno, ni de los proveedores.
Siete de cada 10 está dispuesto a innovar, aunque no sabe cómo; el 13.8 por ciento cuenta con terminal bancaria; uno de cada 10 vende por plataformas digitales y solo el 6.7 por ciento ha recibido capacitación digital.
Involves Club, una empresa tecnológica especializada en soluciones de marketing, advirtió que en dicho canal de distribución enfrenta a varios desafíos relacionados con la logística y distribución; la falta de datos precisos al no tener sistemas de gestión automatizados, lo que dificulta el seguimiento y el análisis de datos de ventas e inventarios.
Asimismo, los pequeños comercios cuentan con una gestión ineficiente del inventario, lo que provoca problemas de exceso o falta de stock, impactando negativa y directamente en las ventas.
Además de que, a diferencia de las grandes cadenas de autoservicio, donde las decisiones se toman de forma más burocrática, en este caso, cada pequeño comercio puede tener diferentes prioridades y necesidades.