El mayor minorista privado de México, Grupo Coppel, anunció cambios en la estructura de su alta dirección, aunque mantendrá el control en manos de la familia.
Diego Coppel Sullivan asumirá el cargo de director general y supervisará las operaciones minoristas, bancarias y de fondos de pensiones del grupo, según un comunicado.
Sustituye a su tío, Agustín Coppel Luken, quien permanecerá como presidente del grupo tras haber ocupado ambos cargos desde 2008.
Esta decisión marca la primera vez que Coppel, de capital cerrado, separa los roles de director general y presidente.
Con sede en Culiacán, Sinaloa, la empresa atiende principalmente a mexicanos de bajos ingresos y opera tiendas departamentales junto a sucursales bancarias en todo México.
Coppel ha ampliado su presencia física con nuevas tiendas y reforzado su oferta digital para competir con firmas de comercio electrónico y tecnología financiera.
“Estamos consolidando un ecosistema físico y digital que responde mejor a las necesidades de nuestros clientes en un entorno competitivo que exige rapidez y enfoque”, declaró Diego Coppel en el comunicado. Anteriormente, supervisaba la división minorista del grupo.
En junio, Grupo Coppel anunció planes para gastar 80 mil millones de pesos en cinco años en inversiones que incluyen una nueva plataforma de comercio electrónico, con el objetivo de duplicar la proporción de transacciones digitales al 20 por ciento de las ventas totales.
Aunque Coppel tiene que superar su reputación de “crédito de último recurso” para aprovechar al máximo el creciente poder adquisitivo de la clase media mexicana, está haciendo muchas cosas inteligentes, comentó Dave Marcotte, vicepresidente senior de comercio minorista global de Kantar Consulting.
“Han hecho todo bien. Han ampliado su catálogo, se han expandido a los vehículos y a los artículos de mayor precio”, dijo Marcotte. Atribuyó la fortaleza de Coppel a su banco interno, una característica que comparten el rival de Coppel, Grupo Elektra, y las grandes tiendas departamentales de gama alta El Puerto de Liverpool y Palacio de Hierro. Las dos últimas no tienen bancos, pero ofrecen líneas de crédito.
La historia de Coppel, un imperio que nació siendo una tienda de regalos
El negocio familiar ha pasado de ser una única tienda de regalos en la ciudad costera de Mazatlán a una operación de casi mil 900 tiendas en más de 600 ciudades y pueblos. Aunque las compras en persona siguen siendo fuertes en México, gigantes como MercadoLibre y Amazon han llevado el mercado minorista al siglo XXI y han obligado a grandes cadenas como Coppel a adaptarse.
Luis Coppel Rivas y Enrique Coppel Tamayo abrieron la tienda de regalos familiar en 1939, antes de trasladar el negocio a la cercana Culiacán, capital de Sinaloa. Se diversificaron en productos como bicicletas, muebles y aparatos electrónicos.
Al principio, empezaron a conceder crédito a los clientes y en la década de los setenta crearon la tarjeta Coppel. En la década siguiente, el hijo mayor de Coppel Tamayo, también llamado Enrique, tómo las riendas de las operaciones, expandiéndose a ciudades de todo México y ampliando su oferta de productos.