Mientras las plataformas de streaming como Netflix y Disney+ multiplican sus ganancias, la industria del cine en México enfrenta dificultades para recuperar los niveles de asistencia y taquilla previos a la pandemia.
Con un mercado impactado por la inflación y los cambios en hábitos de consumo, los cines buscan reinventarse ante la competencia de contenido bajo demanda más accesibles para los usuarios.
Un ejemplo de la crisis mundial del cine, es la decisión que la semana pasada tomó Cinemex Holdings USA (CMX) al acogerse a la protección por bancarrota ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos, a fin de reducir significativamente su deuda y fortalecer el balance y la posición de liquidez de CMX Cinemas.
Aunque la decisión no afectará a Cinemex en México, la realidad es que este negocio no atraviesa por su mejor momento, afectado por la desaceleración del consumo y la competencia con las cadenas de contenido bajo demanda como Netflix, Prime Video, HBO, Disney, Claro Video, Blim y YouTube, entre otros.
La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) espera que este año, los ingresos de taquillas crezcan hasta 7 por ciento anual, desde los 15.3 mil millones de pesos que tuvieron en 2024.
“En los últimos años hemos visto un reacomodo en la industria del cine, lógicamente aún estamos lejos de los niveles que teníamos antes de la pandemia, pero cada año hay un margen que se va acercando hacia la recuperación (...) Estimo que este año cerremos con ingresos alrededor del 7 por ciento, comparados con 2024”, señaló Mauricio Durán Ortega, presidente de la Canacine, en entrevista con El Financiero.
En 2024, la asistencia al cine promedio por habitante fue de 1.64 veces y para el cierre de este año no alcanzará las dos veces.

La asistencia al cine es inferior a la registrada antes de la pandemia
De hecho, la asistencia acumulada a salas de Cinepólis, Cinemex, Cinedot, Cinebox o Citicinemas se encuentra 30 por ciento abajo de la registrada entres 2017 y 2024.
El 2019, justo antes de la pandemia, fue el año récord para la industria del cine, con ingresos por alrededor de 19 mil 50 millones de pesos, casi 20 por ciento más comparado con el cierre del año anterior; mientras que la asistencia promedio por habitante fue de 2.77 visitas, es decir 40.7 por ciento superior a la reportada al cierre del 2024.
“Después de la pandemia, prácticamente ya no ha habido crecimiento, o bien, ha sido mínimo, incluso apenas para recuperar las que se perdieron en la pandemia. También hemos visto que muchas películas no han encontrado audiencia. Tenemos ese reto para que tengan salida”, reconoció Durán.
En México se reportaron 4 mil 467 salas al cierre del 2024, lo que representa una caída de 2.58 por ciento respecto al 2023.
La industria tradicional de cine ha perdido músculo ante el crecimiento de las plataformas que ofrecen una oferta múltiple y a la mano de cualquier celular, tableta o pantalla de los hogares mexicanos.
“El hecho de que tengas que pagar una suscripción más asequible de lo que pagas en el cine y que solo necesites un dispositivo a internet, desde un celular y recientemente el lanzamiento de plataformas y series -estamos en el boom de las series-, ha provocado que los usuarios dejen de ver películas en formato tradicional”, señaló Radamés Camargo, analista de la consultora The CIU a El Financiero.
Por ello, el cine se ha reinventado, con salas más grandes, butacas más cómodas, promociones bancarias, servicios VIP y membresías.
“También las producciones con grandes inversiones siguen lanzándose en cines, manteniendo una oferta relevante para las audiencias, pero eso no es suficiente (para atraer a más personas)”, reconoció el analista de The CIU.
Los cines y la producción de películas requieren inversiones que también se trasladan al precio de los tickets. En 2024, el costo del boleto fue de 70.80 pesos promedio, cifra mayor a los 54.43 pesos del 2019, no obstante, que el costo depende de la ubicación del cine, el tipo de experiencia, la calidad de la sala, entre otros, según la Canacine.
En la primera quincena de mayo, los precios del cine se dispararon 14.82 por ciento, de acuerdo con INEGI, de hecho, fue el segundo producto genérico con mayor alza.
Radamés Camargo explicó que esto tiene que ver con que los cines tienen que absorber costos de distribución, rentas en centros comerciales, mantenimiento de infraestructura, alimentos y hasta internet, mientras las plataformas tienen otro tipo de gastos como marketing, licencias, tecnología y desarrollo.