México tiene reservas de tierras raras y litio en estados como Chihuahua y Sonora, pero la falta de infraestructura, incertidumbre legal y restricciones estatales limitan su capacidad para competir en el mercado global.
Mientras tanto, Estados Unidos fortalece vínculos con otros países productores para reducir su dependencia de China, que domina el 70 por ciento de la producción mundial de estos minerales críticos para tecnologías limpias y sistemas de defensa.
“México podría ser un potencial proveedor para EU de tierras raras, pero como proveedor, lo vamos a ver hasta dentro de unos 10 o 15 años, que son los tiempos de la exploración minera y del minado de estos recursos”, señaló Raúl García Reimbert, presidente del Colegio de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (CIMMGM).
Las tierras raras son indispensables para la transición energética y la fabricación de semiconductores, de hecho, se estima que la demanda global de estos minerales se triplicará hacia 2040, impulsada por la electrificación del transporte y nuevas tecnologías limpias.
Tan sólo un vehículo eléctrico requiere de entre 1.8 y 2.6 kilogramos de tierras raras, mientras que una turbina eólica puede contener hasta 600 kilogramos.
El problema para Donald Trump es que China domina la producción mundial de tierras raras. De hecho, en 2024, EU importó más del 80 por ciento de sus tierras raras desde China, lo que coloca al vecino del norte en una vulnerabilidad.
“Hay países como Brasil, Chile o Perú con potencial en tierras raras, pero tampoco tienen una industria desarrollada, por eso yo creo que México sería el socio ideal de EU para desarrollar esta industria, incluso también por la cercanía que tenemos con ellos”, agregó el presidente del CIMMGM.
México con potencial geológico, pero sin infraestructura
México, con reservas potenciales en Chihuahua, Sonora, Durango, Oaxaca y Baja California, ha sido identificado como un candidato estratégico para diversificar las fuentes en la región del T-MEC; no obstante, el país está lejos de entrar con fuerza en este mercado.
“No basta con tener yacimientos. La minería de tierras raras requiere capacidades técnicas sofisticadas, altos estándares ambientales y marcos regulatorios muy específicos. Además, se requieren inversiones mineras muy altas y para ello debe haber certidumbre para atraer a esas nuevas empresas”“, sostuvo García Reimbert.
México enfrenta una incertidumbre normativa, derivada de la reciente reforma a la Ley Minera que centraliza la exploración y explotación de minerales estratégicos, lo que ha generado dudas entre inversionistas. El reglamento de la nueva Ley aún no se ha aprobado en el Congreso a pesar de que debía haberse publicado desde 2023.
“El reglamento ya está en proceso de revisión (...) pero nosotros ya lo liberamos hace como mes y medio y estamos en espera de últimos comentarios para que ese reglamento salga ya en unos dos meses más”, adelantó a El Financiero Fernando Aboitiz Unidad Saro, titular de la Coordinación de Actividades Extractivas en la Secretaría de Economía.
En litio hay potencial, pero está ciego por el Estado
El litio, que es otro de los minerales estratégicos para los próximos años, tiene potencial para ser explotado en México dado que está en el top 10 de países con mayores reservas. Sin embargo, desde la pasada administración la exploración y extracción de este mineral quedó reservada únicamente para el Estado, lo que complica las inversiones de empresas extranjeras en el país.
“La Secretaría de Energía es por ahora la que está facultada para operar todo lo relacionado con el Litio y también existe LitioMx, que es la que puede, en distintas formas, explotar el litio, entonces ellos están haciendo un trabajo con el Conacyt en la parte de la tecnología en el procesamiento en arcillas y tengo entendido que van muy avanzados”, aseveró Aboitiz Saro.
Con todas las restricciones que por ahora tiene México para ser el gran proveedor de Estados Unidos de Litio y tierras raras, por ahora el vecino del norte se tiene que conformar con fortalecer sus vínculos con otros países productores como Australia, Canadá y algunos del sudeste asiático, en busca de alternativas más inmediatas.
“Para México, la oportunidad sigue latente, pero aplicará una estrategia de largo plazo, inversión en capacidades locales y claridad jurídica si busca convertirse en un jugador clave en el tablero de los minerales del futuro”, concluyó el presidente de la CIMMGM, Raúl García Reimbert
