En el primer cuatrimestre de 2025, los incidentes aéreos en México aumentaron 53 por ciento anual, alcanzando 75 casos de enero a abril de este año, debido a fallas en el control de tránsito aéreo y un déficit de 350 controladores, a pesar de que el director general de los Servicios Aéreos a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Javier Vega, presumió recientemente que los incidentes aéreos en México se redujeron 42 por ciento en el 2024.
Problemas como la falta de capacitación adecuada, errores en la separación de aeronaves y deficiencias en las comunicaciones ponen en riesgo la seguridad aérea. Aunque el gobierno planea contratar a 80 controladores adicionales, de los 350 que hacen falta, el déficit y las condiciones laborales precarias siguen siendo un obstáculo crítico para el sector.
Las fallas en el control aéreo, debido a la carga excesiva de trabajo y la falta de controladores aéreos en el país, están en el fondo de la crisis que se está viviendo, una vez más, la aviación mexicana en incidentes aéreos como la constante activación de sistemas anticolisión —conocido como T-CAS—, que ocurren por la pérdida de separación entre aeronaves.
Los incidentes aéreos han tocado su punto más álgido cuando en México, hace un par de semanas, una aeronave de Aeroméxico estuvo a punto de chocar contra un grupo de militares que realizaban tareas de paracaidismo en la zona del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Al respecto, la Agencia Federal de Aviación (AFAC) está investigando la causa del incidente, pero información a la que ha podido acceder El Financiero apunta a la omisión de la dirección de tránsito aéreo y de la dirección general de Seneam, ante las notificaciones a tiempo de los elementos militares que contaban con una restricción del espacio aéreo para realizar sus maniobras.
Por otro lado, este diario tiene información de al menos 15 reportes de incidencias, ocurridos entre febrero y junio, en donde se ha comprometido la seguridad de las operaciones debido a las deficiencias en el control aéreo.
En casi todos ellos, el control de tránsito aéreo ha tenido presunta responsabilidad debido a que no ha podido mantener la separación reglamentaria de las aeronaves.
Incluso, un incidente similar al de los paracaidistas militares ocurrió un par de veces, pero con actividades de paracaidismo de esparcimiento en la zona de Tequesquitengo.
En uno de los casos, documentados por personal de Seneam y a los que El Financiero tuvo acceso, el controlador intentó separar un par de aeronaves que perdieron separación, pero confundió a uno de ellos, además de que la mala escucha por las deficiencias en las comunicaciones, agravó el incidente.
“Es evidente que SENEAM no brinda la capacitación adecuada al personal de los Servicios de Tránsito Aéreo, se imparten cursos grabados sin el contenido adecuado y actualizado por personal que no ha ejercido en algunos casos la importante labor de un Controlador de Tránsito Aéreo”, denunció una fuente que pidió mantener el anonimato.
Sólo el 0.08 por ciento de los aspirantes de control aéreo dominan el inglés
De acuerdo con datos del Seneam, solo 80 de cada mil aspirantes a controlador aéreo aprueban la certificación que evalúa la competencia lingüística en inglés para ejercer la comunicación aeronáutica, es decir sólo el 0.08 por ciento de los candidatos domina ese idioma.
El país lucha contra un déficit de 350 controladores aéreos desde hace por lo menos un lustro y, el propio Seneam, advierte que para la siguiente década, la necesidad de controladores será de mil 545.
En la formación de los controladores aéreos hay una constante que evita que un mayor número de profesionales concluya su preparación: la incapacidad para comunicarse en inglés.
“De cada mil (aspirantes) solo ingresan 80 (por el idioma), entonces, conseguir controladores de tránsito aéreo en México es una labor ardua”, admitió Ricardo Baños, coordinador de capacitación del Seneam.
En los últimos 30 meses, la formación de controladores se ha reactivado, pero ha sido lenta y combinada con las jubilaciones anticipadas de personal que reclamaba mejores condiciones laborales.
En ese periodo, 168 nuevos controladores comenzaron a laborar en las diferentes torres de control, pero el déficit sigue en el mismo nivel desde hace más de un lustro.
El secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Esteva, confirmó que el gobierno contratará a 80 controladores adicionales a los que se encuentran en funciones, debido a que la Secretaría de Hacienda ya aprobó los recursos para contratarlos.
Por otro lado, los controladores en funciones continúan exigiendo un aumento salarial del 65 por ciento, pues en los últimos años sus sueldos no han crecido, ni siquiera en función de la inflación acumulada.
La necesidad de contratar a más controladores contrasta con la poca planta de docentes y el reto de las nuevas generaciones, que no están interesadas en una de las profesiones con mayor gestión del estrés.
