José Ramón Fernández, periodista deportivo reconocido por su fuerte crítica, es un jefe exigente y que, incluso, humilla a sus subordinados cuando se equivocan, explican sus extrabajadores para su documental recientemente estrenado.
La producción Protagonista: La vida de José Ramón Fernández hace un recorrido por la carrera del reconocido comentarista, y el testimonio de personajes como el narrador Christian Martinoli o el periodista David Faitelson no faltaron.

¿Cómo es trabajar con José Ramón Fernández?
De acuerdo con el testimonio del comentarista David Faitelson para el documental sobre la vida de José Ramón Fernández, el periodista es “un tipo con una personalidad muy especial”; sin embargo, su modo de ser como jefe es algo que “en estos tiempos, uno no podría imaginarse que ocurriera lo que el hacía, porque a veces humillaba” a sus empleados.
“Daba a entender que era el jefe, el hombre importante y que los demás estábamos a un lado de él, como sus súbditos”, agrega Faitelson. “Su personalidad provocaba que, aunque tuviéramos diferencias y no nos gustaba la forma en la que nos trataba, íbamos a dar la vida por lo que él iba a ser, le creíamos”, aunque lo califica como “un dictador” por el poder que aglutinaba.
Según explica, cuando perdían en rating, los insultaba y “el grupo caía totalmente” en el estado anímico. Pero Fernández tenía el poder para volver a levantarlos: “Volvíamos, emergíamos y podíamos competir con lo que teníamos”.
El narrador Christian Martinoli recuerda que, tras los fines de semana, convocaba a juntas para señalarle los errores a todo su equipo: “Él sabía cuándo tartamudeabas, cuándo titubeaste en una frase”, por lo que asegura que practicaba hasta el saludo a sus compañeros para no errar “porque el lunes era de terror, era su catarsis con nosotros”.
Sin embargo, reafirma que creían en sus ideales: “Era una especie como de síndrome de Estocolmo”, pues “era un tipo que te tenía aquí (aprisionado) pero, de igual forma, estabas enamorado de sus ideas y de él”. En cuanto a las jornadas laborales, asegura que llegaban a ser muy extenuantes: “No nos íbamos del canal porque estaba en (las instalaciones) del canal”.
Toño Moreno, otro periodista que trabajó con él, aseguró que “entrar a la oficina de José Ramón Fernández era ‘cuidado, a ver cómo lo agarras’”. Según explica, lo mejor era preguntarle a su secretaria por su estado de ánimo: “podía azotarte un golpe a la mesa, intimidaba”.

Francisco Javier González recuerda que su competencia llegaba, incluso, a un nivel personal: “No soportaba que saludáramos a alguien de Televisa, no soportaba que tuviéramos interacción”.
“Cuando tenía que regañar a alguien, agárrate. (...) Eran arranques a veces muy fuertes”, recuerda el periodista.
Silvana Galván explica: “Le teníamos un poquito de miedo, mucho respeto”. Además, recuerda que vio a David Faitelson llorar tras un regaño de Fernández: “tan grandote tan fuerte... llorando; era demasiada presión”.
El productor Enrique Valdés, quien trabajó al menos 15 años con Fernández, describe el trabajar con él como “una relación de amor-odio”, pues aseguró que es alguien que dice “que eres un tonto, que no sirves”.
“La gente le tenía lo que sigue de miedo”, explica y recuerda que el grado de presión para él llegó al extremo, al grado que en alguna ocasión estuvo al filo de pensar en quitarse la vida, aunque asegura que “no lo iba a hacer nunca”. “Trabajar con José Ramón es muy difícil”, agrega.
La comentarista Alina Baraldi califica que “como jefe es sumamente estricto, muy regañón y yo creo que eso a mucha gente lo le gustaba: igual te podría gritar a la mitad de una transmisión o podía, en cierto modo insultar”.