El pasado 6 de diciembre Estados Unidos reveló un boicot diplomático a los inminentes Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing en protesta a los abusos de los derechos humanos del gobierno chino. Poco antes, China amenazó con tomar “firmes contramedidas”.
“La representación diplomática u oficial de Estados Unidos trataría estos juegos como si fueran negocios habituales ante los atroces abusos y atrocidades de los derechos humanos de la República Popular China en Xinjiang, y simplemente no podíamos hacer eso”, dijo, etnonces, la secretaria de prensa Jen Psaki.
Ahora, el primer ministro británico Boris Johnson dijo que ningún ministro de su gobierno asistirá a los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, lo cual constituirá “en efecto” un boicot diplomático hacia aquella nación.
En la sesión semanal en la Cámara de los Comunes se le preguntó a Johnson si el Reino Unido se sumará al boicot diplomático de los juegos de invierno de Estados Unidos, Australia y Lituania.
Dijo que se opone a los boicot que afectan a los deportistas, pero que Gran Bretaña boicoteará diplomáticamente los juegos.
