Un agujero negro ha consumido en dos ocasiones una estrella de neutrones, una calamidad cósmica equivalente a la pelea de King Kong contra Godzilla, con grandes implicaciones astrofísicas.
Anteriormente, científicos habían detectado fusiones entre agujeros negros o entre estrellas de neutrones y habían esperado ansiosamente detectar tales pares mixtos con la esperanza de ver una luz visible u otra radiación electromagnética.
Ahora, investigadores del Observatorio de Ondas Gravitacionales del Interferómetro Láser (LIGO, por sus siglas en inglés) y de Virgo identificaron este fenómeno gracias a la detección en 2020 de señales gravitacionales emitidas por dos sistemas, en los que un agujero negro y una estrella de neutrones, girando entre sí, se fusionaron en un único objeto compacto.
El 15 de enero de ese año un agujero negro con un peso estimado de seis soles devoró una estrella de neutrones que pesaba 1.5 masas solares. Diez días antes, los investigadores vieron un agujero negro de nueve masas solares fusionándose con una estrella de neutrones de 1.9 masas solares. Estos eventos ocurrieron a 900 y mil millones de años luz de distancia, respectivamente, según los hallazgos publicados en The Astrophysical Journal Letters.
El resultado, dijeron, permitió por primera vez una observación de cerca de algunos de los fenómenos más violentos y raros del universo, así como trazar una imagen sin precedentes de la multitud y regiones caóticas que son uno de los posibles ambientes de crianza de estos eventos.
Sin embargo, las fusiones de estrellas de neutrones y agujeros negros no produjeron, como se esperaba, una explosión visible para los telescopios electromagnéticos que han escaneado sus ubicaciones. Esto pudo deberse a que estaban muy lejos, o que el agujero negro simplemente se tragó la estrella de neutrones entera.
Para presenciar una explosión visible se necesitaría que el agujero negro no fuera mucho más masivo que la estrella de neutrones, que no puede pesar más de unas 2.2 masas solares, o que éste no girara tan lentamente.
Además, tal fusión destrozaría la estrella de neutrones y crearía una explosión solo si, antes de caer, la estrella de neutrones pudiera rodear el agujero negro dentro de una distancia igual a su propio radio, unos 12 o 13 kilómetros, explicaron los investigadores.
La teoría predice que un agujero negro de una docena de masas solares que gira lo más rápido posible debería romper la estrella de neutrones y crear una explosión.
*Con información de Science