Los aguaceros que se registraron en la Ciudad de México el pasado domingo 10 de agosto, principalmente en la zona del Centro Histórico, hicieron recordar la gran inundación de 1951 que paralizó a la capital del país durante tres meses.
Durante su conferencia de prensa, la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, informó que las lluvias registradas ayer en el Zócalo superaron los niveles históricos de hace 73 años.
“Ayer tuvimos la lluvia más intensa; cada día rompemos récord. Ayer tuvimos 84.5 milímetros en el pluviómetro del Zócalo, lo que afectó principalmente al centro de la CDMX. Desde 1952, la lluvia más grande había sido de 67 milímetros en esta zona del Zócalo", expresó Clara Brugada.
Asimismo, la mandataria capitalina señaló que diariamente se están rompiendo récords de lluvia en la ciudad y advirtió que las precipitaciones podrían intensificarse en lo que resta de agosto y durante septiembre, los meses en los que históricamente se registran las lluvias más intensas en la Ciudad de México.
“Entre agosto y septiembre, históricamente, son los meses más difíciles. Entonces, tenemos que seguir haciendo un llamado a la población a estar muy pendiente de las alertas”, declaró Clara Brugada ante los medios de comunicación.
Clara Brugada explicó que su administración realiza diversas acciones y programas para reducir los riesgos de inundaciones en la CDMX, entre los que destacan:
- La creación de 100 puntos de infiltración de agua pluvial al subsuelo.
- La rehabilitación de plantas de bombeo.
- El impulso a la captación de agua de lluvia en viviendas.
- La adquisición de nuevos equipos hidroneumáticos, que ya operan dentro del Plan Tlaloque Reforzado.
- El programa de rescate de mil hectáreas de barrancas.
¿Cómo afectaron las lluvias del domingo 10 de agosto a la CDMX?
Las alcaldías más afectadas por las intensas lluvias del pasado domingo fueron Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza e Iztacalco, donde se superaron los 50 milímetros de precipitación.
Una de las zonas más afectadas fue el Centro Histórico, donde se registraron filtraciones e inundaciones en comercios y recintos emblemáticos como la Catedral Metropolitana.
Las cámaras del C5 de la Ciudad de México registraron encharcamientos significativos en las calles de República del Salvador y Correo Mayor, donde el nivel del agua alcanzó hasta 25 centímetros, que dificultó la circulación vehicular y peatonal en la zona.
Durante la tarde-noche del domingo, la Secretaría de Seguridad de la CDMX desplegó el operativo Tlaloque 2025 para apoyar a los automovilistas y motociclistas que se quedaron varados en avenidas principales como Viaducto Río de la Piedad y Circuito Interior, debido a las inundaciones.
El transporte público también se vio afectado por las lluvias, principalmente en la Línea 2 del Metro, donde se reportó un cortocircuito que interrumpió el servicio por más de 90 minutos. Además, varias estaciones de las líneas 3 y 5 dejaron de operar a causa de las precipitaciones.
Las fuertes lluvias provocaron que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) suspendiera sus operaciones debido a las inundaciones registradas en las pistas y en el interior de las terminales 1 y 2.
En redes sociales se difundieron imágenes que mostraban cómo el agua se infiltró en la zona de recepción de maletas de la Terminal 2 del AICM, donde los servicios de limpieza trabajaron para retirar el agua acumulada. El cierre de operaciones en el aeropuerto afectó a más de 140 vuelos y a 15 mil pasajeros.
¿Cómo fue la gran inundación de 1951 en la CDMX?
Aunque Clara Brugada afirmó que las intensas lluvias de ayer no causaron mayores afectaciones en la CDMX, las imágenes que circularon durante la noche despertaron la memoria colectiva sobre la gran inundación del 15 de julio de 1951, uno de los eventos más críticos en la historia hídrica de la capital.
Aquella inundación convirtió las calles del centro del país en extensos canales de agua, con niveles que, en algunas zonas, alcanzaron hasta los dos metros de altura.
Colonias como Candelaria de los Patos, San Lázaro, Condesa, Guerrero, Tránsito, Obrera, Doctores, Portales y Peralvillo amanecieron completamente inundadas por el desbordamiento de varios ríos y por fallas severas en el principal sistema de drenaje de la capital.
Ese acontecimiento llevó a las autoridades a impulsar importantes obras de infraestructura para mejorar el drenaje en la ciudad, como la construcción del Túnel Emisor Poniente, la entubación del Río Churubusco y la instalación de cárcamos y plantas de bombeo interconectadas con el Gran Canal de Desagüe.