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Tláloc ‘paralizó’ la CDMX por 3 meses: Así fue la inundación de 1951 que convirtió avenidas en ríos

La gran inundación de 1951 en CDMX obligó a las autoridades a realizar modificaciones en el sistema de drenaje.

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Tras la gran inundación de 1951 en la Ciudad de México, las autoridades federales y locales decidieron entubar varios ríos que cruzaban la capital del país. [Fotografía. Shutterstock]

Uno de los tantos ‘apocalipsis’ en CDMX se vivió hace 74 años. Aunque los videos y fotos de avenidas inundadas, de canales desbordados y de personas cruzando lagunas en carritos del súper aún sorprenden, las inundaciones en CDMX son un problema con más de medio siglo de antigüedad.

La madrugada del 16 de julio de 1951, la Ciudad de México sufrió una de las inundaciones más catastróficas. La anegación fue de tal dimensión que los habitantes del entonces Distrito Federal improvisaron balsas y puentes para cruzar calles, nadaron entre aguas contaminadas, como recién vimos en Naucalpan, y suspendieron sus actividades por tres meses.

Esa inundación marcó un antes y un después en el sistema hidráulico del país. Obligó al gobierno federal y local a invertir en obras de infraestructura que, hasta la fecha, no han sido suficientes para erradicar las inundaciones.

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La gran inundación de julio de 1951 afectó a varias colonias de la Ciudad de México, incluido el Centro Histórico. [Fotografía. Gobierno de México]

¿Cómo fue la gran inundación de 1951 en la Ciudad de México?

La gran inundación en la Ciudad de México se produjo tras una intensa lluvia registrada la noche del 15 de julio de 1951. La tormenta duró hasta la madrugada del día siguiente. Los habitantes enfrentaron una situación sin precedentes: Las calles del centro se convirtieron en extensos canales de agua, que alcanzaron hasta dos metros de altura de algunas zonas.


Colonias como Candelaria de los Patos, San Lázaro, Condesa, Guerrero, Tránsito, Obrera, Doctores, Portales y Peralvillo se inundaron debido al desbordamiento de ríos y por fallas severas en el sistema de drenaje de la capital.

Las lluvias torrenciales, con intensidades de hasta 50 milímetros por hora, provocaron el desbordamiento del Río Consulado, lo que afectó severamente a la colonia Tlatilco. El Río San Joaquín dañó las instalaciones del Hospital Español, mientras que en la colonia Guerrero, los muros, agrietados y cubiertos de lodo, se derrumbaban con facilidad.

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En algunas localidades, el nivel del agua alcanzó los dos metros de altura y afectó a numerosos comercios y viviendas en la Ciudad de México. [Gobierno de México]

Ante la crisis, los habitantes improvisaron medios de transporte, ya que los servicios habituales fueron suspendidos. Recurrieron a balsas de hule y lanchas de madera para atravesar las calles cubiertas de fango en el Centro Histórico, que por unos días pareció una pequeña Venecia.

Con tablones y adoquines se construyeron puentes improvisados para facilitar el paso peatonal sobre las aguas negras, mientras los equipos de emergencia iniciaban las acciones de rescate. Se estima que la mitad de los entonces tres millones de habitantes en el Distrito Federal terminaron con sus casas y negocios sumergidos en el agua.


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Los habitantes de la Ciudad de México improvisaron puentes para facilitar el cruce peatonal. [Fotografía. Gobierno de México]

¿Qué provocó la inundación de 1951 en la CDMX? Estas fueron las principales causas

En aquella época, uno de los principales conductos para desalojar las aguas del Valle de México era el Gran Canal de Desagüe, inaugurado en los últimos años del gobierno de Porfirio Díaz. Este canal, de unos 47 kilómetros de longitud, conducía el agua desde San Lázaro hasta la Laguna de Zumpango y, de ahí, continuaba su trayecto hacia Hidalgo.

Las fuertes lluvias registradas en la ciudad entre 1950 y 1951 provocaron que el canal perdiera inclinación en varios tramos, al punto de impedir la evacuación del agua acumulada. Esta situación causó obstrucciones en los conectores y agravó la emergencia.

Los sistemas hidráulicos de la Ciudad de México quedaron obstruidos por gruesas capas de grasa, generadas principalmente por la Refinería de Azcapotzalco y la Estación del Tren de Buenavista. Debido a ello, las cuadrillas de mantenimiento tuvieron que utilizar taladros neumáticos para romper los tapones y restablecer el flujo del drenaje.

Las primeras acciones tras la gran inundación en la Ciudad de México incluyeron el entubamiento del Río Churubusco y la construcción de cárcamos y plantas de bombeo interconectadas con el Gran Canal de Desagüe. No obstante, la recuperación de la Ciudad de México fue lenta y sus actividades se restablecieron hasta varios meses después de las tormentas.

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La inundación de 1951 provocó cambios en el sistema hidráulico de la Ciudad de México para sustituir el Gran Canal de Desagüe, que quedó prácticamente inhabilitado. [Fotografía. SICT]

¿Qué obras se hicieron en CDMX tras la gran inundación de 1951?

Aquel desastre natural provocó que se impulsaran cambios estructurales en el sistema de drenaje, al punto que el Gran Canal de Desagüe dejó de ser la principal vía de escape, a pesar de que en 1954 se finalizó la construcción del segundo túnel de Tequixquiac.

Fue hasta 1962 que se anunció la construcción del Túnel Emisor Poniente, un sistema de drenaje subterráneo de aproximadamente 15 kilómetros de longitud, que desemboca en el Vaso de Cristo.

De acuerdo con un artículo de la Corporación Universitaria de la Costa (CUC), el túnel permitió canalizar las escorrentías y arroyos de la zona poniente de la capital del país. Aunque se esperaba que el proyecto atendiera las necesidades de desagüe de la población, su capacidad de descarga, limitada a 30 metros cúbicos por segundo, resultó insuficiente debido al crecimiento poblacional y urbano.

Esta situación aceleró los procesos para construir lo que hoy en día constituye la principal red de desagüe de la ciudad: el Túnel Emisor Central. Esta obra, edificada entre 1967 y 1975, tiene una longitud de 50 kilómetros y una profundidad que varía entre 40 y 220 metros, con una capacidad de desalojo de hasta 200 metros cúbicos de agua por segundo.

En su trayecto desde la alcaldía Gustavo A. Madero hasta el río El Salto, se colocaron varias estaciones de bombeo con el fin de que el flujo del agua supere las diferentes altitudes de la Zona Metropolitana y del Valle del Mezquital.

Entre 1950 y 1960, el gobierno del entonces Distrito Federal impulsó la entubación de ríos, como el Churubusco, Mixcoac, Tacubaya, Becerra y el Canal de la Viga.

No fue sino hasta 2008 cuando el gobierno federal decidió extender el sistema de drenaje subterráneo mediante la construcción del Túnel Emisor Oriente, finalizado en 2019, con el propósito de cubrir la demanda de servicios de las alcaldías ubicadas en la zona oriente de la CDMX y en municipios colindantes del Estado de México.

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El Túnel Emisor Oriente forma parte del sistema de desagüe subterráneo de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. [Fotografía. Cuartoscuro] (Saúl López)

¿Cómo han sido las inundaciones más recientes en la CDMX?

A pesar de las obras para mejorar el sistema de drenaje, cada año los habitantes de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana deben lidiar con inundaciones en las principales vialidades, afectaciones en los sistemas de transporte y desbordamientos de cauces de aguas negras.

Una muestra clara del caos que provocan las fuertes lluvias en CDMX se vivió el 3 de junio. Ese día, vialidades como el Viaducto Río de la Piedad, Calzada Ignacio Zaragoza, Anillo Periférico, Avenida Tláhuac y Eje 1 Norte se inundaron.

Las afectaciones han llegado al punto de que la Secretaría del Trabajo federal pidió a las empresas reactivar el trabajo remoto para evitar que los habitantes enfrenten los desafíos que representa trasladarse por la CDMX durante las lluvias.

En días recientes se desbordó la presa de Los Cuartos, ubicada en el municipio de Naucalpan, lo que generó una ola de espuma tóxica provocada por la acumulación de contaminantes. Este fenómeno afectó directamente a los habitantes de la colonia San Rafael Chamapa.

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El pasado 3 de junio, las principales vialidades de la Ciudad de México quedaron completamente inundadas debido a las lluvias. [Fotografía. Cuartoscuro]

La Línea A del Metro es uno de los medios de transporte más afectados por las lluvias en la CDMX, ya que suele suspender su operación con frecuencia, lo que perjudica directamente a los habitantes de la zona oriente.

En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que, a partir de 2026, comenzarán los trabajos de renovación de esta línea.

La gran inundación de 1951 evidenció la vulnerabilidad del sistema hidráulico de la Ciudad de México. A pesar de las numerosas obras de infraestructura realizadas desde entonces, las inundaciones son, año tras año, una de las principales preocupaciones para los habitantes de la capital del país durante la temporada de lluvias.

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