La primera participación de una Selección africana en la Copa del Mundo fue en Italia 1934: Egipto tuvo su debut y despedida al caer 4-2 ante Hungría.
Sin embargo, estos representativos aparecieron nuevamente hasta México 1970 y desde entonces su presencia se ha hecho constante y cada vez más numerosa, pues hasta 1990 en la justa mundialista sólo podía haber un máximo de dos combinados, pero desde 1998 pueden participar hasta cinco.
Marruecos fue el primero en superar la fase de grupos en México 1986, logro que impulsó el crecimiento del futbol del continente más pobre del planeta, pero el que más expectativas genera en la máxima competencia del futbol.
En Italia 1990 fueron los cameruneses que con varios jugadores veteranos, entre los que destacaba Roger Milla, vencieron en el partido inaugural a Argentina y lograron meterse hasta los cuartos de final, donde cayeron 3-2 ante Inglaterra.
Le siguió Nigeria venciendo de nuevo a Argentina en Estados Unidos 1994. Pero es en las categorías inferiores donde más sorpresas han dado las joyas del continente negro, al ser Nigeria cuatro veces campeón del mundo Sub-17 y Ghana en dos ocasiones. A pesar de los grandes pasos del futbol africano, los resultados en las categorías inferiores no se han logrado reflejar en la máxima división.
Costa de Marfil es la Selección que mediáticamente luce como la más poderosa en la historia de África, pues cuenta con jugadores como Didier Drogba, quien se ha consagrado en ligas de todo el mundo. Sin embargo, no ha sido la que más lejos ha llegado en un Mundial. Durante el máximo evento de la FIFA llevado a cabo en Sudáfrica, las estrellas negras de Ghana se quedaron cerca de ser el primer equipo africano en llegar a una semifinal tras caer con Uruguay en la tanda de penales.
De los cinco equipos que llegaron a Brasil, el único eliminado es Camerún. Costa de Marfil, Nigeria, Ghana y Argelia aún siguen en la lucha.
