Brasil

Guillermo Ochoa puede superar a grandes porteros de México

El cancerbero mexicano ha mantenido en blanco su meta más minutos que Jorge Campos, Oswaldo Sánchez y "El Conejo". La tercera convocatoria fue la vencida y finalmente se hizo de la titularidad bajo los tres palos en este Mundial.

Guillermo Ochoa se convirtió en uno de los mejores porteros mexicanos en la historia de las Copas del Mundo, tras conseguir mantener su portería en cero después de 180 minutos, con lo que está a un partido de distancia de igualar las marcas de Ignacio Calderón, impuesta en 1970, y de Pablo Larios, en 1986.

El arquero que jugó en Francia la temporada pasada, pero por ahora se mantiene sin equipo, fue por primera vez a un Mundial en 2006, bajo la dirección de Ricardo La Volpe, pero no vio acción dentro del campo, al igual que en Sudáfrica 2010, cuando Javier Aguirre lo sustituyó por Óscar El Conejo Pérez. La tercera convocatoria fue la vencida y finalmente se hizo de la titularidad bajo los tres palos después de sus actuaciones en los encuentros de preparación, que le valieron ganarle el lugar a Jesús Corona.

Ochoa ha mantenido en blanco su meta más minutos que Jorge Campos, Oswaldo Sánchez y El Conejo. El oriundo de Acapulco recibió 10 goles en ocho partidos durante las justas de Estados Unidos 1994 y Francia 1998. El actual guardameta de Santos Laguna fue superado en cinco ocasiones tras cuatro juegos en Alemania 2006, y Pérez, titular en 2002 y 2010, permitió nueve tantos en ocho enfrentamientos.

Noventa minutos separan al nombrado mejor jugador del partido de ayer ante Brasil de integrar la terna de cancerberos con saldo positivo en Mundiales y más tiempo sin gol. Ignacio Calderón protegió el arco nacional durante las Copas de Inglaterra 1966 y México 1970.

En territorio británico Francia le hizo un gol, los anfitriones dos y Uruguay ninguno. Durante el Mundial en territorio nacional, la Selección superó la fase de grupos sin que les anotaran, pero en la siguiente ronda perdieron 4-1 contra Italia. A Calderón le marcaron siete veces en siete partidos.

Cuando la justa mundialista regresó a México en 1986, Pablo Larios no pudo evitar un par de tantos en los primeros dos enfrentamientos (uno contra Bélgica y otro ante Paraguay). Sin embargo, se resarció y ningún rival le logró anotar en los tres cotejos siguientes: 1-0 contra Irak, 2-0 frente a Bulgaria (octavos de final) y 0-0 con Alemania (cuarto de final), último partido que fue resuelto a favor de los germanos en penales. Lo superaron dos veces en cinco partidos.

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