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¿Miedo a las agujas? Innovación reemplazaría medicamentos intravenosos para el cáncer a pastillas

La innovación CD36 sustituirá los tratamientos intravenosos a píldoras para enfermedades como el cáncer y el Alzheimer.

Las píldoras podrían mejorar la eficacia del tratamiento en pacientes con cáncer o Alzheimer. (Bloomberg)

San Antonio, Texas.- Un equipo de científicos de la Universidad de Texas en San Antonio (UT Health San Antonio) desarrolló un invento que podría revolucionar el tratamiento de enfermedades como el cáncer cerebral y el Alzheimer, al conseguir reemplazar medicamentos intravenosos por su versión en píldoras orales.

Este avance representa un paso significativo hacia una medicina más accesible, personalizada y efectiva.

Actualmente, muchos medicamentos para enfermedades graves y difíciles de tratar están compuestos por moléculas grandes y complejas que el cuerpo no puede absorber fácilmente por vía oral. Por eso, deben administrarse mediante inyecciones o infusiones intravenosas, lo que limita su comodidad y, en algunos casos, su efectividad.

Además, en muchos casos es necesario tener equipos con elementos específicos para la aplicación de infusiones. Sin embargo, gracias a un nuevo enfoque llamado química medicinal endocítica, este panorama podría cambiar radicalmente.

El Dr. Robert A. Hromas, profesor de la Facultad de Medicina de UT Health San Antonio, dijo que “este innovador enfoque químico podría permitir que cualquier fármaco intravenoso se administre por vía oral”.

Destacó que esta estrategia podría permitir que los medicamentos crucen la barrera hematoencefálica, un reto importante en el tratamiento de enfermedades cerebrales.

El estudio fue publicado en la revista Cell y estuvo liderado por el Dr. Hong-yu Li, profesor del Instituto Barshop para Estudios de Longevidad y Envejecimiento de UT Health SanAntonio, en colaboración con las universidades de Duke y Arkansas.

El equipo que participó en la investigación descubrió que al aprovechar un receptor celular llamado CD36, se puede facilitar la entrada de medicamentos con moléculas grandes e hidrosolubles en las células, algo que antes se consideraba casi imposible.

La clave está en optimizar químicamente la interacción con CD36, un receptor proteico presente en muchas células del cuerpo.

Este hallazgo no solo podría facilitar la administración oral de medicamentos, sino también mejorar su eficacia, reducir efectos secundarios y permitir tratamientos más específicos según las características biológicas de cada paciente.

Las implicaciones de este avance son enormes. La implementación de este descubrimiento revolucionaría la forma en que se desarrollan, administran y evalúan los medicamentos.

También podría cambiar los criterios que las agencias reguladoras, como la FDA, utilizan para aprobar algunos nuevos tratamientos.

Uno de los aspectos más prometedores es el impacto en la medicina personalizada. Al analizar muestras de tejido de pacientes con cáncer de próstata, el equipo observó que los niveles de CD36 varían significativamente entre individuos.

“Al optimizar la interacción del CD36 a través de la química medicinal endocítica, podremos atacar el cáncer y otras enfermedades mediante un tratamiento de precisión basado en la expresión diferencial del CD36 en diversos tejidos y en diferentes individuos”, afirmó.

Además del CD36, el equipo está investigando otros posibles receptores celulares que podrían ser aprovechados mediante esta estrategia. “En los próximos 10 a 20 años, esto podría convertirse en un enfoque fundamental para el descubrimiento de fármacos y en un nuevo campo de investigación dentro de la química médica”, afirmó el doctor.

Para San Antonio, este descubrimiento refuerza el estatus emergente de la ciudad como líder en innovación biomédica, particularmente a través del trabajo del Instituto Barshop, el Centro Oncológico Mays y el Centro para el Descubrimiento de Medicamentos Innovadores de UT Health San Antonio .

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