Para algunas personas cuidar la salud es algo muy importante, sobre todo para evitar contagiarse de COVID-19; sin embargo, esta medida puede ser fatal cuando optan por automedicarse.
El Departamento de Salud de Nuevo México (NMDOH, por sus siglas en inglés) dio a conocer que dos personas murieron por intoxicación por consumir Ivermectina.
Informó que en uno de los casos, el paciente tenía un cuadro grave de coronavirus y buscó recuperar su salud a través del consumo de ese medicamento.
El medicamento está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar o prevenir los parásitos en los animales; sin embargo, no ha aprobado o autorizado su uso para prevenir o tratar el COVID.
David Scrase, secretario interino de Departamento de Salud Estatal, indicó que “es un problema grave, tenemos que vigilarlo”, pues el objetivo es evitar que la población se automedique y ponga en riesgo su salud.
En Nuevo México se han registrado al menos 20 intoxicaciones por el uso del fármaco durante el 2021, esto es el doble de la cantidad de casos que se presentaron durante el 2020.
Este es un medicamento muy poco recetado para humanos, ya que si se toma en cantidades excesivas sus efectos pueden provocar convulsiones y alucinaciones, pues la Ivermectina se convierte en una toxina neurológica, que incluso pueden provocar un coma.
Las intoxicaciones por este fármaco se presentaron durante las últimas semanas y en la mayoría de las intervenciones médicas los pacientes indicaron que utilizaron el medicamento para tratar o prevenir el coronavirus.
Susan Smolinske, directora del Centro de Información de Drogas de Nuevo México, informó que se han hecho estudios sobre este medicamento y el COVID-19. Sin embargo, no hay nada concluyente que indique que sea positivo para el humano y quizá por eso las personas tomen la decisión de utilizarlo.
Afirmó que los médicos no recomiendan su uso para evitar el virus, tampoco para tratarlo en caso de contagio. Lo que sí se recomiendan es la aplicación de las vacunas y las medidas preventivas como el uso de mascarillas, distanciamiento social y la higiene, pues “sabemos que esas cosas sí funcionan”.
Este medicamento es para el ganado y en muy pocos casos se utiliza para el consumo humano para tratar problemas de parásitos que pueden ser transmitidos al humano, siempre y cuando sea bajo supervisión médica.