Brownsville, TX.- Apenas recuperándose de las copiosas lluvias que provocó la tormenta Nicholas en las costas del sur de Texas, se reanudaron las actividades de Puerto Isabel y la zona conocida como Laguna Madre.
En ese lugar activistas demandaron la intervención de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos por el posible daño que la actividad de aeronáutica espacial pudiera infligir.
La Laguna Madre es una zona protegida que también comprende un santuario ecológico que va desde los arrecifes de Laguna Madre hasta Harlingen, Texas.
La costa sureste de Texas, donde se ubica Brownsville y Puerto Isabel, es también el hogar de SpaceX. El sitio de ensamble y lanzamiento de naves espaciales del millonario Elon Musk en la zona denominada Boca Chica ha inyectado entusiasmo y atraído inversiones de empresas satélite y proveedores.
Los ecologistas denominados SaveRGV, -o Salva a Rio Grande Valley-, dirigieron una carta a la agencia reguladora para que haga público un estudio sobre los posible peligros y repercusiones de los lanzamientos de la nave Starship y en general del proyecto espacial SpaceX .
Hasta hoy las comunidades de Brownsville, Texas, y Puerto Isabel que veían muy dañada su economía por el COVID-19 y el cierre de las fronteras al turismo mexicano, habían puesto a Space X como la actividad salvadora, pero ahora todo podría depender del regulador y del estudio que pudiera cambiar el curso de este prometedor programa aeroespacial.
Los ambientalistas alegan que de suceder un accidente o si el despegue de las naves fallara, podría haber destrucción de los marismas o zonas litorales pantanosas ricas en fauna marina y aves, además de afectar el santuario de aves de Laguna Atascosa National Wildlife Refuge, y las miles de especies que habitan la región donde se encuentran protegidas por estrictas leyes ambientalistas.
En la carta, ambientalistas exigen más información sobre si se ha realizado un estudio de falla de lanzamiento en el enorme Starship que se construye para volar a Marte, y donde sus motores son probados a tan solo unos pasos de la playa de Boca Chica, en la frontera entre Estados Unidos y México.
SpaceX tiene como misión el desarrollo aeronáutico y transportar gente a la Luna, Marte “y más allá” en la nave espacial en un futuro cercano, según su sitio web.
Pero los ambientalistas alegan que cuando Elon Musk inició la construcción de la plataforma de lanzamiento, dijo que era para probar y lanzar el sistema de cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy.
Es posible que la autoridad no tenga la última palabra, sino que la agencia de control al medio ambiente, la EPA por sus siglas en inglés, sea la que decida si el asunto sigue escalando.