Además de los problemas económicos, el primer ministro español Mariano Rajoy puede agregar el virus del ébola a la lista de desafíos que se acumulan sobre su escritorio.
La Comisión Europea instó a España a explicar el primer caso conocido de ébola contraído fuera de África, mientras en Madrid los funcionarios se apresuraban a rastrear a quienes habían tenido contacto con una enfermera que presentó síntomas durante casi una semana antes de que se la pusiera en cuarentena. Un sindicato de médicos ha exigido la renuncia de la ministra de Salud, Ana Mato, como consecuencia del caso.
"Esto tendrá impacto en términos de revelar su incompetencia y falta de transparencia", dijo haciendo referencia al gobierno de Mariano Rajoy, Alejandro Quiroga, profesor de la Universidad de Newcastle, en el noreste de Inglaterra, que estudia el impacto de la privatización de la salud en España. "Todo es un caos".
Rajoy ya tenía problemas para convertir en capital político los avances económicos que ha hecho España desde que salió de la recesión el año pasado, en momentos en que los votantes se sienten agotados como consecuencia de un desempleo récord, acusaciones de corrupción política y los mayores recortes presupuestarios en una generación.
Hasta el avance de la economía, impulsada por los ingresos récord del turismo, enfrenta obstáculos conforme se acercan las elecciones de 2015 y el crecimiento alemán vacila.
"Para un país turístico no es bueno estar en las primeras páginas de los medios internacionales", dijo en Twitter José Carlos Diez, un
economista independiente que ha ensañado en la escuela de negocios Icade en Madrid y en la Universidad de Alcalá. "Esperemos que se controle el brote de ébola".
DESAFÍO CATALÁN
Desde que volvió luego del receso estival, Rajoy enfrenta el desafío de líderes catalanes empeñados en realizar un referéndum sobre la independencia, mientras que el ministro de Justicia, Alverto Ruiz-Gallardón, renunció luego de que el gobierno abandonara su intento de elevar las restricciones al aborto.
La medida estaba destinada a calmar a los votantes fieles al partido, que ya estaban irritados ante los aumentos de impuestos que rompieron las promesas que había hecho Rajoy antes de resultar electo en 2011.
El apoyo al primer ministro del Partido Popular cayó a 30 por ciento, por debajo del de los principales opositores socialistas, según un análisis de Metrocopia sobre la base de una encuesta entre mil personas realizada el 19 y el 30 de septiembre. Apenas un 12 por ciento de los consultados dijo que pensaba votar a Rajoy.
"Hay una creciente cantidad de abstenciones entre los votantes del PP, que se sienten decepcionados ante el incumplimiento por parte del gobierno de promesas electorales como la eliminación de la ley sobre el aborto", dijo Antonio Barroso, un analista político de Teneo Intelligence en Londres.
Eso fue antes de que Mato convocara a una reunión informativa el 6 de octubre para explicar que una enfermera que había contribuido a la atención de una víctima española de ébola repatriada de Sierra Leona, se encontraba en tratamiento en la capital de España luego de confirmarse que tenía el virus. El anuncio se hizo seis días después de que la mujer presentara los primeros síntomas.
"Han sido incapaces de manejar esta situación", dijo Julián Ezquerra, secretario general del sindicato de médicos AMYTS, Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid. Agregó que los recortes del gasto en salud habían contribuido al problema y pidió la renuncia de Mato.