El crecimiento económico de China superó el objetivo anual de Pekín en el segundo trimestre, gracias a las sólidas exportaciones a mercados fuera de EU, que ayudaron a sostener la producción y compensaron la presión causada por los aranceles de Donald Trump.
El producto interno bruto (PIB) de China se expandió un 5.2 por ciento entre abril y junio con respecto al año anterior, según datos publicados el martes por la Oficina Nacional de Estadística.
Esto se compara con la mediana de las previsiones de los economistas encuestados por Bloomberg, que se situó en el 5.1 por ciento, y con un aumento del 5.4 por ciento en el primer trimestre.
La producción industrial aumentó un 6.8 por ciento en junio con respecto al año anterior, por encima de la expansión del 5.6 por ciento prevista por los economistas. Las ventas minoristas aumentaron un 4.8 por ciento el mes pasado, una cifra inferior a la prevista por los economistas.
¿Qué otros indicadores económicos clave destacaron en China?
La inversión en activos fijos aumentó un 2.8 por ciento entre enero y junio, mientras que la inversión inmobiliaria se contrajo un 11.2 por ciento durante el mismo período.
La tasa de desempleo urbano se situó en el 5 por ciento en junio, sin cambios respecto al mes anterior.
La segunda economía más grande del mundo ha avanzado con fuerza a pesar de una caída del 24 por ciento en los envíos a EU en el segundo trimestre. Las exportaciones chinas en general siguieron aumentando, mientras que el estímulo fiscal impulsó la demanda interna y la construcción.
China prepara respuesta a aranceles de EU
Esta resiliencia proporciona a Pekín un margen de maniobra para preparar una nueva respuesta política en caso de que las tensiones comerciales con Washington se reaviven cuando finalice la tregua arancelaria actual a mediados de agosto.
El Banco Popular de China ha señalado reiteradamente que no tiene prisa por implementar una flexibilización generalizada y que, en cambio, favorece el apoyo específico mediante instrumentos de préstamo estructural para dirigir el crédito a áreas prioritarias y evitar la liquidez ociosa en el sistema financiero.
Los subsidios gubernamentales, financiados con los ingresos de las ventas de bonos soberanos especiales a largo plazo, han sido clave para impulsar la compra de teléfonos inteligentes y electrodomésticos por parte de los hogares este año, así como la inversión corporativa en nuevos equipos.
Las autoridades centrales y locales aún cuentan con más de 7 billones de yuanes (976,000 millones de dólares) en bonos que se emitirán en el segundo semestre para apoyar el crecimiento económico, según un informe anterior de los medios estatales.
¿Cuáles son los desafíos de la economía china?
De cara al futuro, la economía china aún enfrenta desafíos, como el riesgo de una desaceleración de las exportaciones ante la incertidumbre sobre los aranceles de Trump.
La demanda interna sigue siendo frágil, lastrada por presiones deflacionarias derivadas del exceso de capacidad manufacturera y la baja confianza, a medida que el sector inmobiliario continúa contrayéndose.
Las expectativas de un mayor apoyo al debilitado sector inmobiliario están aumentando, y se especula con la celebración de una reunión gubernamental de alto nivel para abordar el tema.
Los inversores también reaccionaron positivamente a las señales de los responsables políticos destinadas a frenar la ‘involución’, en referencia a la feroz competencia entre empresas.
Algunos economistas esperan que se reactiven las herramientas cuasi fiscales para inyectar estímulo, mientras que otros han pedido más ayuda a los consumidores si se aumentan aún más los aranceles estadounidenses.