La batalla por la financiación entre la administración Trump y la Universidad de Harvard comenzó a afectar a proyectos de hospitales afiliados y paralizó el Centro de Investigación del Sida de la institución, uno de los mayores patrocinadores de Estados Unidos de estudios sobre esta enfermedad.
Harvard destina una parte de sus subvenciones federales a socios de investigación, entre ellos el sistema hospitalario Mass General Brigham, y ese dinero ha dejado de fluir en gran medida después de que el gobierno congelara más de 2 mil 600 millones de dólares en ayudas.
Los investigadores del Mass General cuyo trabajo se ve afectado deben “detener toda actividad y gasto” a menos que encuentren financiación alternativa, dijo Paul Anderson, director académico del grupo hospitalario, en un mensaje al personal a finales de la semana pasada.
Un portavoz del Departamento de Educación había dicho anteriormente que los hospitales afiliados a Harvard no se veían afectados por la congelación del financiamiento.
La organización de investigación sobre el sida de Harvard contaba por separado con 3,7 millones de dólares en fondos federales para el próximo año, pero esa subvención fue cancelada después de que la Casa Blanca suspendiera la capacidad de la universidad para recibir subvenciones adicionales, según sus dirigentes.
El centro ha respaldado investigaciones que han dado lugar al desarrollo de medicamentos y vacunas específicas, así como a la prevención de la transmisión maternoinfantil, avances que han contribuido a que el VIH sea una enfermedad altamente tratable en lugar de una sentencia de muerte.
Los proyectos de colaboración entre la organización contra el sida y el Mass General se encuentran entre las numerosas iniciativas de investigación que se han visto envueltas en la batalla de la administración Trump con Harvard y en una campaña más amplia para recortar el gasto de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
La Casa Blanca también ha intentado impedir que Harvard matricule a estudiantes internacionales y ha cuestionado su exención fiscal en un enfrentamiento cada vez más polémico sobre la gestión del antisemitismo en el campus y las exigencias del gobierno de una mayor supervisión.
“Vamos a perder una generación de jóvenes investigadores”, afirmó Roger Shapiro, profesor de inmunología y enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y miembro del comité ejecutivo del centro de investigación sobre el sida. “Y lo pagaremos caro en el futuro”.
Harvard exigió a la administración Trump por los recortes de fondos y las restricciones a los estudiantes internacionales. Los representantes de los NIH y del Departamento de Educación no respondieron a las solicitudes de comentarios.
