La semana pasada hice algunas sugerencias para adentrarse en el jazz, pensando en aquellas personas que tienen gustos más clásicos y, por tanto, están más dispuestos, quizá, a comenzar por piezas tradicionales, como los llamados standards. Pero como la música se mueve de maneras misteriosas, son infinitas las vías para encontrar aquello que nos sorprende, que realmente nos emociona, nos abre nuevos panoramas e incuso modifica nuestros gustos.Así, para quienes se inclinan más hacia el rock, ritmos de origen afroamericano como el soul, el funk o el R&B, o la música de vanguardia, hay opciones un tanto alejadas del jazz tradicional. Y aquí quisiera detenerme un poco en el término “tradicional”.Por lo general, la gente reconoce de inmediato el jazz por la base de los contratiempos (esos platillos que se golpean uno contra el otro a través de un pedal); una base sincopada, es decir, que rompe con la regularidad rítmica de la música, marcando acentos fuertes donde, por decirlo fácilmente, no se esperarían. Pero este género va más allá de eso. El jazz es, por naturaleza, fusión. En esto último vamos a abundar la semana próxima. Primero, lo mejor es escuchar:1. EL ROCKEROPara ti lo recomendable es escuchar fusiones como las que realizan bandas como Niacin.