Hace 30 años, justamente el 19 de septiembre a las 7:17 a.m., mi mamá como la gran mayoría, me apresuraba para que me fuera a la escuela. Acababa de ingresar al primer grado de Secundaria y el colegio quedaba a unos pasos de mi vivienda, tanto que me iba caminando.
En ese preciso momento recuerdo estar bajando las escaleras de mi casa, cuando sentí un fuerte movimiento sísmico que dificultó mi andar, -a pesar de vivir por la zona de Satélite, donde la mayor parte de las personas opina que los temblores no se sienten con la misma intensidad-. Cuando el movimiento aminoró, mi madre, que siempre ha sido muy disciplinada, no dudó en decirme que me fuera a la escuela porque: "se hacía tarde".
Horas después, ya en la escuela, tomé en cuenta lo que había significado ese temblor que sentí en las escaleras de mi casa y del cual no medí la gran dimensión que significó para miles de personas que habitaban la Ciudad de México:
• Daños que tuvieron un costo de aproximadamente 5 mil millones de dólares fue el precio de los sismos de ese año.
• En esa fecha existían 1 millón 750 mil casas para 8.5 millones de habitantes. De acuerdo a estadísticas, el 4 por ciento de esas viviendas (70 mil viviendas aproximadamente), presentaron algún daño.
• En AXA Seguros estimamos, que debido a esos sismos generados, 50 mil familias perdieron su hogar, 80 mil kilómetros de carretera fueron dañados y 400 edificios fueron derrumbados.
• Además, se estima que los daños de los sismos de 1985 son equivalentes a casi el 2.5% del PIB del país.
Sin embargo, 30 años después no estamos exentos de que se repita un evento de esta naturaleza, simplemente por la ubicación en la que el país se encuentra. De hecho, según datos de Protección Civil, en los últimos 200 años en México han ocurrido 75 sismos relevantes, medidos de acuerdo a daños o pérdidas que se generaron, y 60 de ellos tuvieron una magnitud igual o mayor a 7 grados.
Como consecuencia del sismo, aprendimos que como país podemos ser solidarios y reconstruir lo que una vez ha sido destruido, y ha significado también avances en protección. Específicamente los relacionados con los dispositivos de prevención y atención de emergencias, y la creación en 1986 de Protección Civil en todo el Territorio Nacional.
Aunque hay avances claros en regulación y en prevención a través de figuras como Protección Civil, un instrumento clave para la continuidad son los seguros. Sin embargo, en nuestro país, apenas el 7 por ciento de los hogares y el 5 por ciento de las Pymes (que concentran cerca del 50 por ciento de los empleos en el país), cuentan con un seguro que los cubre contra los efectos de un sismo.
Es por ello que si logramos una mayor penetración y conciencia en el uso de seguros que cubren daños ocasionados por eventos geológicos como terremotos, e hidrometeorológicos como las inundaciones, estaremos seguros de que nuestro patrimonio estará protegido.
Aquí 4 puntos que necesitan considerar para asegurar un bien inmueble ante desastres naturales:
1. En primera instancia se debe contemplar el valor total de los bienes a asegurar.
2. Se debe declarar el 100 por ciento del valor de los bienes para que se tenga una cobertura completa.
3. También se debe informar el domicilio en el cual se encuentran dichos bienes (calle, número, colonia, municipio y estado; el código postal es muy importante).
4. Finalmente se deben definir las características constructivas, es decir, número de niveles y el material con el cual está construido el edificio.
* Alejandro Pérez Galindo es Director de Mercadotecnia y Comunicación de AXA Seguros y su email es: alejandro.perezg@axa.com.mx