Aunque el nombre sea el mismo, el nuevo Groove poco tiene que ver con su antecesor. Esta segunda generación, desarrollada en China bajo la alianza SAIC-GM–Wuling, adopta una plataforma distinta y mejoras relevantes en equipamiento, seguridad y desempeño. En este teoría estamos frente un SUV B, o sub compacto, con un Rivage y de nombre, original Wuling Xingchi.

La silueta es más refinada y toma muchos rasgos del nuevo Aveo, con faros LED, parrilla hexagonal y carrocería bitono en esta versión RS, que además suma rines de 17 pulgadas, quemacocos y sensores por todos lados.

Dentro del habitáculo también hay una mejora visible. El tablero tiene plásticos duros, pero bien rematados, con detalles suaves en puertas y un patrón tipo fibra de carbono que aporta textura. El nuevo sistema multimedia de 10.25 pulgadas, compatible con CarPlay y Android Auto, flota sobre el tablero, mientras que el cuadro de instrumentos es parcialmente digital. Hay conectividad USB A y C adelante y atrás, cargador de 12V y hasta ocho asistencias avanzadas de manejo, como frenado autónomo o mantenimiento de carril.

El motor ahora es un 1.5 turbo de 149 hp, que mejora de forma notable frente al modelo anterior. La respuesta es buena, con una CVT que simula cambios desde la palanca y lo hace de forma suave y funcional. La dirección no es muy directa, pero es ligera. La suspensión es cómoda sin ser blanda, y el control de tracción actúa con decisión si se acelera con entusiasmo. Aunque consideramos que podría estar en un rango de precios, aún más bajo, pocas opciones ofrecen tanto.
