En un mercado donde el tamaño sigue siendo un argumento de peso, Ford renueva su SUV insignia para no perder terreno frente a sus competidores. Esta nueva Expedition 2025 llega no solo con una evolución en diseño y tecnología, sino con una reinterpretación completa del espacio, la ergonomía y la forma de viajar. Y lo hace desde la planta de Kentucky, epicentro de la fabricación de SUV y pick-ups grandes del óvalo azul.
Por fuera, la nueva Expedition 2025 presenta un rediseño que, aunque conservador en líneas generales, introduce elementos funcionales y estéticos que modernizan su presencia. Las proporciones se mantienen imponentes, pues estrictamente hablando de trata de un SUV full size, especialmente en la versión Max, con una carrocería extendida que prioriza el espacio de carga y habitabilidad. La enorme silueta está acompañada por una nueva parrilla, grupos ópticos LED y una firma lumínica DRL que enfatiza el ancho del vehículo. Además, integra un nuevo portón trasero “Split Gate”, que puede abrirse de manera parcial o completa, añadiendo una solución práctica inspirada en las pick-ups. A pesar de su tamaño, se han trabajado detalles para mejorar la eficiencia. En versiones como la Platimum Max podremos ver rines de hasta 24”, algo inédito en la industria.
Por dentro, el tablero rediseñado acomoda una nueva pantalla panorámica horizontal colocada justo en el límite del parabrisas, lo que elimina la necesidad de un head-up display. El cuadro de instrumentos se reubicó arriba del volante, al estilo i-Cockpit de Peugeot, permitiendo una posición de manejo más relajada que, aunque distinta, se agradece por su buena visibilidad y comodidad. La sensación de espacio se multiplica gracias a las proporciones del habitáculo.
Los acabados suben de nivel sin dejar de ser prácticos: plásticos suaves con costuras en contraste, buena integración de texturas y mínima presencia de negro piano. Apuesta por el orden, la visibilidad y el confort, con una consola central que puede retraerse eléctricamente para liberar un espacio útil entre las filas delanteras. El cargador por inducción, los puertos USB, el climatizador multizona y los controles físicos para las funciones clave hacen que todo sea accesible y funcional.
Hay versiones para siete u ocho pasajeros, asientos tipo capitán en segunda fila y una tercera fila espaciosa. La cajuela puede ser amplia o gigantesca según la configuración. El nuevo sistema de portón “Split Gate” añade funcionalidad práctica al permitir su apertura parcial o usarlo como mesa de apoyo.
Bajo el cofre veremos el conocido V6 3.5 EcoBoost, ajustado para entregar 440 hp (es esta versión) en combinación con una transmisión automática de 10 velocidades. La entrega es progresiva y la respuesta ágil, con una sensación de ligereza poco común en un SUV de más de 2.5 toneladas. La suspensión está mejor calibrada y filtra muy bien, sin perder firmeza. Frente a Suburban y Tahoe, Expedition se siente más precisa y mejor aislada. Incluso en caminos secundarios, sorprende lo bien que esconde su tamaño.
La dirección es ligera en ciudad y suficientemente directa en carretera. El selector de modos de manejo permite cambiar entre un modo Eco hasta uno Sport, además de configuraciones para remolque y superficies resbalosas, además de incorporar tracción integral conectable con caja reductora en todas las versiones. En Tremor, se integra el bloqueo de diferencial, ampliando sus capacidades sin sacrificar confort.
Al volante nos entrega un buen equilibrio entre agilidad y comodidad. Es estable en curvas, y aunque el subviraje natural puede estar presente, la electrónica compensa con eficacia. No se trata de un vehículo deportivo, pero para su tamaño, es más ágil de lo que cualquiera esperaría.
En EEUU y Canadá existe BlueCruise, una función de conducción semi autónoma de nivel 2, permite conducir sin manos en autopistas mapeadas mientras gestiona velocidad y dirección, aún no disponible en México. En condiciones reales el resultado es convincente: reduce la fatiga en trayectos largos y aporta seguridad adicional en escenarios de tráfico denso.
La nueva versión Tremor, que aún no sabemos si llegará a México, añade rines específicos, suspensión especial, mayor altura al piso, neumáticos especiales, protección baja y bloqueo de diferencial. Demuestra la intención de Ford de extender la utilidad de Expedition más allá del entorno urbano. No es solo una edición cosmética, suma herramientas reales para salir del camino.
En esta nueva generación, nos hubiera hecho mucho sentido tener una versión híbrida o PHEV. Por dimensiones y espacio disponible en el chasís para baterías, una variante enchufable sería lógica y necesaria en términos de eficiencia. Mientras tanto, el consumo se mantiene como su punto menos competitivo, especialmente frente a competidores que ya ofrecen opciones electrificadas con autonomías razonables para trayectos diarios.
La nueva Expedition mejora en habitabilidad, refinamiento, tecnología y dinámica de manejo. Es grande, sí, pero también moderna, mejor equipada y más práctica y segura. Ford hizo lo que tenía que hacer: modernizar sin perder esencia, y entregar un producto que ya no solo convence por tamaño, sino también por modernidad.
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