Si bien Ford Ranger es uno de los más populares pick-up medianos del mercado, hasta la fecha no tenía mucho para distinguirse en un país con una cada vez más amplia oferta de modelos. Éste es un desarrollo de Ford Performance en Australia pensado para los mercados asiáticos y europeos, dado que ahí nunca tuvieron a la Ford Raptor basada en la Lobo.
El resultado es muy interesante. Una pickup de tamaño mediano con doble cabina, motor diesel de 2.0 l, transmisión automática de 10 velocidades, suspensión independiente con brazos reforzados y amortiguadores de competición, tracción trasera o integral conectable con caja reductora y bloqueado diferencial trasero.
Entre todos estos datos técnicos, y sus cotas todo terreno, estamos frente a uno de los 4×4 más capaces del mercado, sin considerar que, además, es un vehículo de trabajo con capacidad de cargar o arrastrar mucho peso.
Lo que definitivamente hace único este ejemplar, es el motor pues a diferencia de los seis u ocho cilindros tradicionales en Estados Unidos, Ranger Raptor llega con un 2.0 l bi-turbo diésel, que apenas genera 210 hp, pero hasta 369 libras pie de par motor, lo que nos garantiza una gran capacidad de tracción y aceleración. A pesar de esto, Ford Ranger Raptor necesita poco más de 10 segundos para alcanzar los 100 km/h, con lo que podría parecer que nos queda a deber respecto a lo que su hermana mayor no se acostumbró en sus primeras dos generaciones.
Sin embargo, y a pesar de qué no acelera de infarto, la realidad es muy diferente. Ford Ranger Raptor es un digno portador de este apellido, pues una vez tenemos el motor en el rango correcto de entrega de par, nos da aceleración y capacidad de tracción sin igual. Aunado esto una suspensión ligeramente dura pero extremadamente ágil, frenos incansables y una dirección que es un poco lenta pero super robusta, tenemos a uno de los pick-up más ágiles, capaces y radicales del mundo. Por casi un millón de pesos era lo menos que podríamos esperar.
