Jesús Sánchez
La democracia en México aún es cara. En los últimos 13 años, en el periodo comprendido de 2000 a 2013, los órganos electorales federales y los partidos presupuestaron en conjunto 147, 894.4 millones de pesos.
De este monto de recursos públicos aprobados por el Congreso en los distintos años fiscales, 85.84% lo ejerció sólo el Instituto Federal Electoral (IFE); las prerrogativas de los 7 partidos con registro en ese periodo ascienden a 42,109 millones de pesos.
La dimensión del gasto ejercido por los organismos electorales en México, tanto el IFE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especial para Asuntos Electorales (Fepade) se puede apreciar de mejor manera con la información correspondiente a los recursos autorizados en 2013.
De acuerdo con una investigación comparativa realizada por EL FINANCIERO, para este año el presupuesto político-electoral es de 13,314.3 millones de pesos.
Esta cifra es similar a los gastos de 4 secretarías de Estado: Turismo, Función Pública, Trabajo y Energía, que en conjunto podrán atender gastos por 13,413 millones de pesos.
Sin juzgar los argumentos a favor del gasto para la operación de los órganos electorales, la reforma de 2007 introdujo reglas para generar ahorros y hacer más manejable este rubro a nivel federal.
Estudios realizados por la Subdirección de Análisis Económico, de la Dirección de Servicios de Investigación de la Cámara de Diputados, a cargo del investigador M. de E. Reyes Tépach, dan cuenta de que esas reformas aplicadas desde 2008 a la fecha generaron un ahorro de casi 2,000 millones de pesos en las prerrogativas de los partidos.
Sin embargo, en términos nominales los gastos han continuado creciendo.
Los contrastes
El gasto electoral autorizado para el ejercicio 2013 es ligeramente inferior al que ejercerá la Procuraduría General de la República, del orden de los 15,760.5 millones de pesos.
Los dineros a disposición del IFE, los partidos, el TEPJF y la Fepade también son similares a los que en conjunto mantendrían el funcionamiento de las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE), con 6,947.4 millones de pesos, y de la nueva Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), antes SRA, de 5,877 millones de pesos.
Las deliberaciones sobre la reducción de los gastos tanto de las campañas como de los recursos que se canalizan a la preparación y realización de los comicios, así como los recursos reclamados por los partidos para su operación y financiar su activismo, continúa vigente y es motivo de distintas propuestas en el terreno de la Reforma Política.
Perspectiva social
No obstante, no puede dejarse de lado que los gastos políticos de 2013 son equivalentes a una quinta parte de lo presupuestado para el programa Oportunidades, que asciende a 66,716 millones de pesos.
La línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), uno de los programas estrella del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard, costó 24,500 millones de pesos y la obra tuvo una duración de 3 años. Los partidos y organismos electorales gastaron en un año poco más de la mitad de lo que se destinó a esa obra.
También llama la atención que el gasto político sea equivalente a la mitad del otorgado al Conacyt, que va por los 25,246 millones de pesos.
Los casos comparativos más dramáticos son los que tienen que ver con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que este año tendrá recursos por 1,375 millones, 10 veces menos que los partidos y los institutos a cargo del desarrollo de la democracia nacional.
A nivel académico, los segmentos comparados también dan una idea de las proporciones de esta situación.
Los recursos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 31,662 millones de pesos, son apenas 2 veces el gasto político.
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) está 2 veces abajo del total de los gastos políticos, pues este año dispondrá de 5,525 millones de pesos.
Otra institución de gran reconocimiento nacional e internacional, como el Colegio de México (Colmex), ejercerá un gasto 20 veces menor al de los partidos y las autoridades electorales, pues apenas llega a los 687.8 millones de pesos.
Y ni se diga del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), que está 23 veces abajo del gasto político, con 573 millones de pesos.
La danza de los números
De los 147,894.4 millones de pesos que gastaron los organismos electorales y los partidos en México en los últimos 13 años (incluido 2013), sólo el IFE concentró 126,950.7 millones de pesos (85.84% de los recursos públicos federales totales asignados).
El TEPJF ejerció en ese periodo 19,567 millones de pesos, 13.23% del total, en tanto que la Fepade gastó 1,575 millones de pesos, apenas 0.93%.
A escala de partidos, en estos últimos 13 años el PAN, PRI y PRD devengaron en conjunto prerrogativas por 31,464 millones de pesos. Y en bloque, el PT, PVEM, MC y el Panal gastaron en el periodo de referencia 11,664.9 millones de pesos.
El colofón
De acuerdo con los datos consolidados en los presupuestos anuales, a los 7 partidos con registro -Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC) y Partido Nueva Alianza (PANAL)- les fueron autorizados en 2013 3,814 millones de pesos en prerrogativas.