Tuvo el impacto de un cometa, tanto así que detonó, dicen los que saben, el furor del rock and roll en el mundo. Este domingo se cumplen 60 años de que Bill Haley diera vida a la primera canción que llevó al género y a él mismo al primer lugar de popularidad: Rock around the clock, el hit internacional que grabó un 12 de abril en los estudios Decca de Nueva York.
A partir de ahí, la avalancha de éxitos comerciales no se hicieron esperar en su carrera, que dio un giro inesperado en torno a 1960 cuando, por evitar el pago de impuestos, el líder de Los Cometas decidió huir de Estados Unidos. No llegó lejos. México lo esperaba con los brazos abiertos.
EL HITO MUSICAL
"La importancia de Rock around the clock es que se convirtió en la primera canción de rock que alcanzó el número uno en las listas mundiales", señala el crítico y periodista Jaime Almeida. La canción también fue tema de la película Blackboard Jungle que aquí se conoció como Semilla de Maldad.
El fenómeno contagió a todo el mundo, en especial a los jóvenes, que solían consumir la misma música de sus padres. "La juventud exigió un ritmo propio, la música que se escuchaba era de grandes bandas y entonces hubo la necesidad de llenar un vacío con un ritmo diferente, frenético; vinieron los peinados, la rebeldía, fue una época de cambios", explica Almeida.
Bill Haley encendió la mecha, pero pronto fue opacado por la figura de Elvis Presley, no supo administrar su éxito inicial y fue entonces que escapó de la ley de su país para refugiarse en el sur.
EL ARRIBO
El hombre que hizo posible la llegada de Bill Haley a México fue Rogerio Azcárraga, quien tuvo la visión para impulsar la nueva corriente musical y le grabó 10 discos a Bill Haley y sus Cometas, cuyos éxitos que le ganaron el alias del Rey del Twist en América Latina, como El twist español, Florida twist o Actopan twist.
"Mi padre había manejado por 40 años la disquera RCA Víctor. Cuando murió, en 1951, me dejaron unos años más con la marca y yo comencé Orfeón", recuerdo el propietario de Grupo Radio Fórmula.
Egresado de Harvard, Azcárraga supo olfatear un buen negocio: "Me enteré que Bill Haley venía a México porque tenía algún tipo de problema con el IRS (la oficina de impuestos de Estados Unidos). Hablé con él personalmente, le dije que quería volver a grabar todas las melodías que había hecho, más otras que tuviera".
Haley aceptó la oferta, grabó un disco doble y su carrera tomó un segundo impulso, pero el músico ratificó su falta de pericia para las finanzas: firmó un buen contrato, que tiempo después no le reportaría ningún beneficio a sus herederos.
"El contrato no fue por tiempo, sino por discos. Le pagué una cantidad y empezamos a vender mucho, alrededor de 500 mil ejemplares en México", refiere Rogerio Azcárraga. El pago fue en dólares, pero no recuerda la cantidad.
El cantante y guitarrista siempre tuvo un agradecimiento especial con Azcárraga, a quien vería años después. "Lo volví a ver en 1969, en Las Vegas, él estaba tocando y cuando me vio dijo 'aquí está el señor Azcárraga, que fue el que me revivió en México cuando tuve problemas en Estados Unidos'. Tuve que pasar al escenario con él", recuerda el empresario con emoción.
Haley forma parte del extenso catálogo de Orfeón, que cuenta con más de 130 mil grabaciones. La mitad de ellas ya se puede consumir en Internet, incluyendo algunas rarezas como su versión de Negra Consentida que se vendió mucho.
TARDEADAS, CINE Y TELEVISIÓN
A pesar de su gran popularidad, Bill Haley era un artista sencillo que compartió escenario con otros grupos de Orfeón. Entonces no se realizaban grandes conciertos, las tocadas de rock se realizaban en pequeños escenarios.
Rafael Acosta, miembro de los Locos del Ritmo, conserva los discos autografiados por Haley como un tesoro, y recuerda que tenía gran presencia escénica. "Lo vi en el Teatro Follies, en 1960, fue una gran experiencia, de lo mejor que he visto en mi vida".
Acosta lamenta no tener fotos porque entonces no era fácil tener una cámara. Pero guarda en su memoria aquellas presentaciones. "Se juntaban hasta tres mil jóvenes que eran igual de locos que los de ahora".
El encuentro de Paco Domínguez (de Los Rebeldes del Rock) con Bill Haley y sus Cometas fue casual. "Fue cerca del hotel Alameda en un lugar que ya no existe, lo acompañamos en una pieza clásica: Al compás del reloj". Fue la única vez que tocaron juntos, pero para su banda fue todo un suceso: "Bill Haley es el padre del rock and roll", subraya. " Y Elvis Presley es el rey del rock".
Más allá de mantener viva su carrera, Jaime Almeida destaca la importancia personal que México, donde vivió más de un lustro, tuvo para el artista. "Se casó con una mexicana".
Martha Velasco fue, por más de 20 años, la esposa de Bill Haley. Era bailarina en el Teatro Lírico e hizo los coros de Florida Twist, el éxito continental de la agrupación, cantado en español.
El padre del rock and roll también pasó por el Canal 2, en el programa Orfeón A go-gó que se transmitía los viernes por la noche, y tuvo una intervención en la película Juventud Rebelde (1961), donde cantaba See you Later Aligator al lado de Adalberto Martínez Resortes.