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Un Jaguar deliciosamente salvaje

Conoce el nuevo 'Jaguar F-Type R', un cupé que en realidad es un monstruo de 550 caballos de fuerza tan salvaje como un Mustang o un Camaro. 

La templanza, la sutileza y la mesura tampoco se asociarán de aquí en más con la marca de Tata Motors Ltd.

En cambio, esta evocará la grandilocuencia y la fuerza, ya que al nuevo coupé Jaguar F-Type R no le interesa conservar la calma: su alma de 550 caballos de fuerza busca sorprender e intimidar.

Hay un tufillo a educación de escuela privada en detalles como los pespuntes y los asientos de cuero fino, pero en términos generales, la F-Type es un "muscle car" de dos puertas, tan salvaje como un Camaro ZL1 o un Shelby Mustang.

Los que no vivimos los años sesenta, en general conocemos a Jaguar por sus largos y elegantes botes de mediados de los setenta en adelante. Eran sedanes señoriales o coupés y convertibles de dos puertas que recordaban vagamente a un auto deportivo.

La edad de oro de la marca en el Reino Unido tuvo lugar antes, con el admirado E-Type de los sesenta o la sensualidad de los autos de carrera D-Type de los años cincuenta.

La coupé F-Type es el nuevo modelo de un Jaguar vigoroso que deja de lado la reticencia británica para adoptar un aire internacional de "¡Aquí vengo!"

El precio del modelo R parte de unos 100 mil dólares. El auto tiene un motor V-8 sobrealimentado de 5 litros con 550 caballos de fuerza y 502 libras pie de torque. El coupé F-Type S de 77 mil dólares tiene un motor V-6 sobrealimentado de 3 litros con 380 caballos de fuerza y 339 libras pie de torque. Ambos son deliciosamente ruidosos y bien veloces.

MERCADO CLAVE

​Los modelos coupé llegan tras el convertible F-Type, que Tata de Bombay sacó primero a la venta. Esto significó una inversión del orden normal de las cosas, lo que revela la importancia del mercado estadounidense para el F-Type.

En general, se cree que los estadounidenses con ingresos disponibles suficientes para comprar un juguete como el F-Type prefieren los convertibles a las coupés. En el plano mundial, las preferencias a menudo favorecen a los coupés por sobre los descapotables de dos plazas.

El convertible es atractivo, aunque no lindo. Es también una fuente de abundante diversión, ya que responde tan bien en la ruta como en la pista. Me gusta ese auto.

Mis expectativas personales sobre el coupé eran que fuera más linda que el convertible y respondiera aún mejor. Después de todo, el techo permite tener líneas más fluidas y más rigidez estructural.

Efectivamente, responde mejor, en especial en el límite. Sus neumáticos grandes y adherentes garantizan suficiente tracción, y el auto es tan rígido como un yunque. Esto lo hace digno de correr en una pista, en especial cuando se lo dota de excelentes (y costosos) frenos cerámicos de carbono.

Sin embargo, toda esa potencia puede abrumar al chasis, en especial en los caminos corrientes que, como se sabe, tienen límites de velocidad. El modelo R puede parecer la gran cosa, pero el modelo
V-6 S es una máquina más equilibrada.

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