La vida se le ha ido a una de las críticas de arte más importantes del español. Ayer Raquel Tibol falleció a los 91 años, después de sufrir graves problemas de salud. Nacida en Argentina con el nombre de Raquel Rabinovich, radicada en México desde 1953, Tibol se convirtió en una voz autorizadísima para la promoción y el juzgamiento de obras y artistas.
Periodista, escritora (su obra agotó 40 libros) y pensadora, Tibol tuvo una observación íntegra y genuina de los hechos. Respetada, como pocos en el mundo cultural, no se dejó llevar por las simpatías, las fobias o los recelos. Su trabajo, un gran legado, le hizo referencia obligada para la valoración de la oferta artística del continente. Dueña de una formidable cultura, supo encontrar el lenguaje exacto para convivir con sus lectores por los que siempre tuvo un gran respeto. Esa veneración por sus cotidianos seguidores estuvo fundamentada en la independencia.
Cuando Diego Rivera la conoció en Chile no sabía que, en efecto, no estaba saludando a una argentina entusiasta por su obra. O no meramente. La vocación de Rivera por la estética sería clave para que Tibol hiciera el viaje a Ciudad de México y lograra terminar los trámites de naturalización en 1961.
Amiga de Frida Kahlo, eventual enemiga del temperamento de David Alfaro Siquieros, Raquel logró abrirse paso en el nada sencillo mundo de la crítica de arte, siempre lleno de susceptibilidades. Mantuvo su postura firme y logró la admiración hasta de los que no favorecía en sus opiniones. Colaboradora de la revista Proceso, se llamó ideológicamente de izquierdas, aunque a la hora de criticar las políticas culturales de los gobiernos estatales o federales no distinguía de colores, ni de plataformas ideológicas.
La gran aportación de Raquel Tibol a México fue, sin duda, la promoción del arte fuera de los círculos en los que éste solía estar. Para ella era fundamental que mexicanos poco favorecidos por la educación y la economía tuvieran acceso a los caminos de la creación. Enriqueció la curaduría nacional y motivó a muchas fundaciones para que abrieran sus colecciones a todo público.
México perdió ayer a una mujer entrañable. Su fallecimiento deja un vacío enorme. Raquel Tibol dejó en claro que no quería servicios funerarios. Este lunes sus restos serán cremados.